Desde la caída de la Unión Soviética, el régimen de Corea del Norte ha conseguido sobrevivir contra todo pronóstico a viento y marea. El gobierno de Corea del Norte ha tenido muy claro cuál era su salvavidas, su programa nuclear. Si se piensa bien y nos ponemos en la piel de un dictador, puede tener hasta sentido. Nos gastamos una millonada en un programa nuclear a costa de que nuestra población tenga un nivel de vida bajo, pero a cambio ninguna potencia extranjera se va a atrever a atacarnos para quitarnos del sillón.
El problema del programa nuclear norcoreano es que ha venido acompañado de un montón de sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos. Sin embargo, el régimen de Kim Jong Un, parece indestructible y por más sanciones que se le ponen no acaba de colapsar, de hecho parece que nada le esté haciendo daño. Pero, ¿Cómo Corea del Norte es capaz de sobrevivir? ¿Qué hace para saltarse las sanciones internacionales? ¿Será capaz por fin de desarrollarse? Pues poneros cómodos que ahora mismo os lo cuento.
Incumplimientos y sanciones
Corea del Norte ha roto hasta en 3 ocasiones sus acuerdos con Estados Unidos y la comunidad internacional para desmantelar, congelar o dar transparencia a su programa nuclear. La primera fue en 1985 con el tratado de no proliferación, la segunda en 1994, y la tercera en 2003. Cansados de los norcoreanos, la ONU, la Unión Europea o el mismísimo, Estados Unidos han impuesto durísimas sanciones económicas a Corea del Norte. Os pongo algún ejemplo:
- La prohibición de importar o exportar armamento y el embargo a todo tipo de equipamiento militar.
- Prohibiciones de viajar al país a personas clave y sus familiares, y a la compra de artículos de lujo a los dirigentes norcoreanos.
- Prohibición a las exportaciones de carbón y hierro, salvo si los ingresos generados son utilizados para la «subsistencia» de la población norcoreana.
- Además, Pyongyang tiene prohibido también vender oro, titanio y tierras raras.
- También Corea del Norte tiene una cantidad máxima de petróleo que puede importar de 500.000 barriles al año de derivados del petróleo y de 4 millones de barriles al año de petróleo crudo.
- Por otro lado, se ha obligado a todos los ciudadanos norcoreanos que trabajan en el extranjero a ser repatriados. Y esto es un gran problema, ya que son una fuente fundamental de divisas extranjeras.
- Y bueno, por poner un último ejemplo, también hay una prohibición sobre exportaciones de bienes norcoreanos, como maquinaria y equipos eléctricos.
Comercio clandestino y mercado negro
¿Bueno, no está mal, no? Cualquier país en la situación de Corea del Norte habría sucumbido ya y desmantelado su programa nuclear. Es decir, normalmente las sanciones se imponen para que la economía de un país se vea afectada, y esta afecte a su población. De esta manera, la población se enfadará con su gobierno y protestará hasta que el gobierno haga lo que la comunidad internacional quiera, o bien la propia población acabará levantándose contra su propio gobierno, quizás con ayuda de alguna potencia extranjera. Pues en Corea del Norte esto no funciona así. Para empezar, Corea del Norte es tan hermético, que su población prácticamente solo tiene la información que su gobierno le da. Y obviamente, el régimen lo tiene hecho, todo es culpa de Estados Unidos y la malvada comunidad internacional.
Además, el régimen de Kim Jong Un, ha encontrado otro camino para que no les afecten las sanciones que parece que les está funcionando.
Con los mercados tradicionales cerrados, Corea del Norte ha recurrido al mercado negro. Sin embargo, comerciar clandestinamente con toneladas y toneladas de materias primas no parece nada fácil. Pero hay una manera, haciendo intercambios en alta mar entre barcos mercantes. Sí, aunque parezca de película los barcos mercantes de Corea del Norte intercambian clandestinamente carbón por petróleo con otros barcos que detrás de complejísimas estructuras empresariales, son propiedad de grandes conglomerados sin escrúpulos que se saltan las sanciones internacionales con tal de obtener mejores precios. El proceso es más o menos el siguiente.
Un barco sale de Corea del Norte repleto de carbón norcoreano, por su parte otro barco sale de un puerto de Taiwán vacío y es cargado en alta mar por otros dos con miles de barriles de petróleo. Una vez los barcos están cargados, y con las balizas de posición apagadas, ambos barcos se encuentran en alta mar y proceden a intercambiarse la mercancía. Otras veces, puede que tan solo sea un barco el que lleve mercancía o incluso el barco procedente de otros países asiáticos, pase unas horas en un puerto norcoreano. La ONU ya ha denunciado a decenas de barcos norcoreanos por llevar a cabo estas prácticas ilegales.
Mano de obra y ciberataques
Otra práctica habitual en Corea del Norte es el envío de trabajadores a muchas partes del mundo, especialmente a Rusia y China. Como las sanciones internacionales prohíben esta práctica, Corea del Norte, con la conveniencia de los países que acogen a esos trabajadores, les manda con visados de turista o estudiantes. Para ambos países esto es muy pero que muy productivo, ya que unos obtienen unas valiosísimas divisas internacionales que luego gastar en el mercado negro, mientras que aquellos países que contratan a estos norcoreanos, obtienen mano de obra cualificada, muy disciplinada y efectiva y sobre todo barata, ridículamente barata.
Pero además de todo esto, Corea del Norte se ha convertido en un auténtico sindicato del mal. El gobierno de Corea del Norte está detrás de la actuación de un montón de ciberataques contra individuos y entidades de todo el mundo. Sony Pictures sufrió un importante ciberataque en represalia por una película en la que se caricaturizaba al líder coreano Kim Jong-Un. El Bangladesh Bank también sufrió un ataque de este tipo en el que supuestamente los hackers norcoreanos robaron 81 millones de dólares. También proxys norcoreanos están tras la campaña Fastcash que consistía en retirar fraudulentamente dinero en efectivo de cajeros automáticos. Pfizer y AstraZeneca también sufrieron sendos intentos de ataque para robarles información sobre el desarrollo de sus vacunas. Estos son solo algunos ejemplos de unas actividades que hasta 2020 habrían podido reportar a Corea del Norte más de 2.000 millones de dólares.
Exportación ilegal de armas y contrabando
También tenemos otro negocio aún más turbio que reporta grandes beneficios a Corea del Norte. La exportación ilegal de armas a países como Cuba, Siria, Irán, Yemen, Congo, Etiopía o Namibia. En estos casos, los norcoreanos están especializados en la exportación de armas ligeras. En 2016, Egipto llegó a incautar 132 toneladas de armas incluidas 30.000 granadas propulsadas por cohete. Pero esta no ha sido la única incautación, en Tailandia también se incautaron de 10 contenedores con lanzadores de cohetes en un avión de carga.
Otras actividades norcoreanas más propias de una película de El Padrino son el contrabando con todo tipo de sustancias que ya todos os imagináis, puesto que han sido muchos los agentes coreanas que han sido detenidos en diferentes países intentando vender su mercancía. Lo mismo ocurre con el tráfico de animales exóticos e incluso con dólares falsos.
La ONU estimó en 1.000.000.000 de dólares el coste de las sanciones para Corea del Norte en 2017, pero nadie duda de que está sacando mucho más de todas estas actividades ilícitas.
Por tanto, no estamos diciendo ninguna tontería si aseguramos que las sanciones en Corea del Norte han fracasado completamente. Y si no me crees, pues te lo voy a resumir en 3 puntos:
- Las sanciones no están teniendo efecto sobre la clase alta norcoreana, ya que al tener el control total del país, los dirigentes norcoreanos solo tienen que recortar gasto social y trasladar este coste a la gente de pie.
- La estrategia de crear el descontento entre la población hacia el gobierno no está funcionando. El control total de los medios de comunicación por parte del gobierno está permitiendo al gobierno norcoreano señalar a Occidente como el enemigo, sacudiéndose completamente cualquier tipo de responsabilidad.
- Por último, las actividades ilícitas de Corea del Norte están permitiendo al gobierno norcoreano mitigar los efectos de las sanciones, permitiéndole seguir con su programa nuclear.
Y por mi parte esto es todo, ahora es turno para ti. ¿Crees que la ONU debería mantener sus sanciones contra Corea del Norte o la comunidad internacional debería cambiar de estrategia?