Ni los misiles de largo alcance, ni los cazas F-35, tampoco los tanques merkava, ni los todopoderosos drones. El arma más efectiva del estado de Israel es su servicio de inteligencia. Hablamos nada más y nada menos que del Mossad, una organización de la que se habla mucho pero se sabe muy poco y que ha sido la columna vertebral de la capacidad israelí para adelantarse a todos sus enemigos. Vamos a responder varias preguntas ¿Qué es el Mossad? ¿Qué competencias tiene? y ¿Cuáles han sido sus principales operaciones?
El Mossad
El Mossad, oficialmente llamado Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales, es la agencia de inteligencia exterior de Israel, y probablemente una de las más conocidas y temidas del mundo. Sería algo así como el equivalente a la CIA de Estados Unidos o al MI6 del Reino Unido. Para empezar, el Mossad es solo una pieza del rompecabezas de la inteligencia israelí. Hay tres grandes agencias en Israel encargadas de este tema: el Shin Bet (que se encarga de la seguridad interna, más parecido al FBI estadounidense), el Amán (que se encarga de la inteligencia militar), y, claro, el Mossad, que se enfoca principalmente en operaciones internacionales, espionaje y recopilación de información en el extranjero.
Historia
El Mossad fue creado en 1949, poco después de que Israel se fundara como Estado en 1948, bajo la dirección del primer ministro David Ben-Gurión. La misión de El Mossad, desde el principio, ha sido clara: garantizar la seguridad de Israel y del pueblo judío en cualquier parte del mundo. Lo interesante del Mossad es que, a diferencia de muchas otras agencias de inteligencia que operan principalmente dentro de sus fronteras, el Mossad tiene el mandato de actuar fuera de Israel. Os podéis imaginar el nivel de secretismo y audacia que conllevan sus operaciones. Porque eso de entrar en un país que no es el tuyo, y tomarte la justicia por tu mano, no está muy bien visto. Pero, exactamente, ¿a qué se dedica esta agencia de inteligencia?
- Lo principal y más importante. El Mossad se dedica a recopilar información del exterior. Fundamentalmente, se enfoca en detectar potenciales amenazas para la seguridad de Israel. Ya sean de naturaleza militar, política o económica, en cualquier rincón del mundo.
- El Mossad también se dedica a realizar operaciones especiales encubiertas. Estas pueden ir desde el sabotaje, hasta asesinatos de individuos “considerados peligrosos para la seguridad de Israel”.
- En relación con los dos puntos anteriores, el Mossad también está encargado de la protección de las comunidades judías en todo el mundo, vigilando y actuando en caso de que estas sean amenazadas. De hecho, una de sus áreas más importantes es la lucha contra el terrorismo, interceptando operaciones antes de que lleguen a su fase de ejecución.
- El mossad tienen un papel crucial en las negociaciones secretas entre Israel y otros países. Especialmente en situaciones diplomáticas delicadas facilitando encuentros, información o aportando aquello que sea necesario.
- Comparte, con Shin Bet, la lucha contra el espionaje extranjero internacional. Estas labores de contrainteligencia implican la detención y neutralización de agentes extranjeros que puedan estar espiando a Israel desde otros países o colaborando con estados enemigos.
- Y último, el Mossad también participa en la adquisición de tecnología avanzada (a menudo, conseguida de forma clandestina) para fortalecer sus capacidades militares y de inteligencia. Y lo ha utilizado a su favor. En los últimos años,el Mossad ha intensificado su actividad en el área de la ciberseguridad: Desde ataques cibernéticos contra enemigos de Israel hasta el desarrollo de herramientas para sabotear proyectos que ellos consideran “peligrosos”.
Para organizarse y repartirse las tareas, dentro del Mossad hay varios departamentos. Uno de los más conocidos es el Kidon, una unidad secreta especializada en operaciones paramilitares y asesinatos selectivos. Otro departamento relevante es la Tzomet, encargada de reclutar y manejar a los espías y agentes en el terreno, algo así como su propio equipo de «James Bonds» alrededor del mundo. Hay que tener en cuenta que el Mossad tiene una amplia red de agentes y colaboradores infiltrados en muchos estamentos de sus enemigos. De hecho, el expresidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, llegó a poner como ejemplo que el jefe de una unidad de inteligencia iraní encargada de capturar a espías del Mossad era en realidad un doble agente reclutado por Israel. Ahmadinejad advirtió del alto nivel de infiltración que el Estado israelí ha logrado en Irán bajo el régimen de los ayatolás. Y si eso pasa con Irán imaginaros con Hezbolá que lo tienen más cerquita. Paradójicamente, el enemigo que ha sido más inmune a las infiltraciones israelíes ha sido Hamás ya que el hecho de que Gaza estuviese bloqueada y cerrada a cal y canto ha dificultado mucho las cosas.
Cada una de las áreas del Mossad de las que os he hablado tiene una autonomía considerable, y el jefe del Mossad, aunque depende del primer ministro de Israel, tiene una gran libertad para ejecutar operaciones sin intervención directa del gobierno. Su sede se encuentra en Tel Aviv, aunque, como muchas de sus operaciones, su ubicación exacta ha sido rodeada de misterio durante mucho tiempo. Sin embargo, con el paso de los años, se ha confirmado que sus oficinas principales se encuentran en una zona llamada HaKirya, que es el equivalente israelí del Pentágono.
Principales operaciones
Desde que se creó esta organización, el Mossad realizó muchas operaciones encubiertas. Pero si hay una operación que resonó en todo el mundo, fue la captura de Adolf Eichmann. Este señor era uno de los responsables de la organización de la “solución final”, el plan nazi para exterminar a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Eichmann había logrado escapar de Europa después de la guerra y vivía en Argentina, bajo una identidad falsa. Durante años, vivió tranquilamente en un suburbio de Buenos Aires, hasta que en 1957, un sobreviviente del Holocausto lo reconoció. A partir de esta denuncia, el Mossad montó una operación cuidadosamente planificada, conocida como la Operación Garibaldi (en referencia a la calle donde vivía Eichmann). Lo interesante de este caso es que Israel no quiso involucrar a las autoridades argentinas, para evitar que Eichmann pudiera escapar. Así que, como si fuera una novela de espionaje, agentes del Mossad lo secuestraron en 1960, lo drogaron y lo sacaron del país en secreto en un avión de pasajeros disfrazado como un tripulante enfermo. Días después, el entonces primer ministro israelí, David Ben-Gurión, anunció públicamente que Eichmann estaba bajo custodia israelí y sería juzgado por sus crímenes contra el pueblo judío y la humanidad. Eichmann fue declarado culpable y condenado a muerte. Curiosamente, la primera y única vez que Israel aplicó la pena de muerte.
Años después, El Mossad ganó aún más fama gracias a un episodio que es… un poco agridulce para la agencia y para Israel. Hablamos de la masacre de Múnich. Todo comenzó en los Juegos Olimpicos de Múnich en 1972, cuando un grupo de terroristas palestinos, pertenecientes a la organización Septiembre Negro, se infiltró en la villa olímpica, mataron a 2 atletas en el acto y tomaron otros 9 atletas y entrenadores como rehenes de la delegación israelí. A cambio de los atletas, exigían la liberación de 200 prisioneros palestinos que se encontraban en cárceles israelíes. Israel, firme en su política de no negociar con terroristas, rechazó la demanda. Por su parte, el ejército alemán intentó un rescate en el aeropuerto de Fürstenfeldbruck. Sin embargo, todo salió terriblemente mal: el operativo fracasó y todos los rehenes israelíes fueron asesinados. La primera ministra israelí, Golda Meir, tomó una decisión contundente: ordenó al Mossad que rastreara a los responsables del ataque y los eliminara, uno por uno, en una operación que pasó a llamarse Operación Cólera de Dios. En los años siguientes, el Mossad llevó a cabo una cacería internacional para localizar a los cabecillas de Septiembre Negro. Uno de los primeros en caer fue Mohammad Yusuf al-Najjar, el líder, quien fue abatido junto a otros militantes en Beirut en 1973. Sin embargo, aunque el Mossad logró eliminar a algunos de los responsables, en esta operación cometieron un error que dañó su reputación. En Noruega, agentes del Mossad mataron por error a un hombre marroquí inocente, creyendo que era uno de los cabecillas de la masacre de Múnich.
Otra de las grandes operaciones que ha llevado al Mossad a los titulares es su lucha contra el programa nuclear iraní. Resumiendo un poco. En 2018, agentes del Mossad lograron algo increíble: robaron miles de documentos clasificados sobre el programa nuclear iraní. Estos documentos revelaron información clave sobre los planes nucleares de Irán y demostraron que el país seguía avanzando en su programa, a pesar de haberlo negado en repetidas ocasiones. EEUU, la Unión Europea e Israel han intentado evitar que el programa nuclear iraní siguiese adelante. Y en todo esto ha tenido mucho que ver el Mossad. Para frustrar el programa nuclear iraní, han llevado a cabo asesinatos de científicos iraníes, ciberataques como el stuxnet, sanciones económicas o bombardeos selectivos.
En el Conflicto que existe en Medio Oriente, el Mossad también está jugando un papel importante. Y es que está profundamente involucrado en operaciones contra Hezbolá y Hamás, dos de los principales grupos militantes que se oponen a Israel. En el pasado pusieron su punto de mira en dirigentes, comandantes y alguna que otra persona importante para Hezbolá o Hamás. Como es el caso de Yahya Ayyash, el principal fabricante de bombas de Hamas conocido como «el ingeniero». Este fue asesinado de una forma similar a lo que ha ocurrido en septiembre de 2024: su teléfono móvil, cargado con 50 gramos de explosivos, explotó cerca de su cabeza, provocándole la muerte.
Aparte de Yahya Ayyash, también proporcionaron información para descabezar a Hezbolá matando a casi toda su cúpula e incluso parece que llevaron a cabo una operación de película para acabar con Ismail Haniya, histórico líder de Hamas. Todo esto por no hablar de la famosa operación de los beepers que se fraguó durante años y que ha sido uno de los ataques preventivos más exitosos de la historia de la humanidad.
Eficacia de el Mossad
Pero, ¿el Mossad es tan bueno como se dice? Pues la verdad es que sí. A pesar de haber tenido éxito en muchas de sus operaciones, hasta los mejores tropiezan alguna vez. Lo de la Masacre de Múnich fue una cagada, pero no fue la única de este servicio de inteligencia. En 1997 cuando intentó envenenar al líder de Hamas, Khaled Meshaal, en Jordania. Los agentes fueron capturados in fraganti, lo que causó una crisis diplomática con Jordania.
El rey Hussein obligó a Israel a entregar un antídoto para salvar a Meshaal. Y, para empeorar las cosas, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que aún estaba en su primer mandato, tuvo que liberar al líder espiritual de Hamas, el jeque Yassin, en un intercambio un poco humillante. Aunque años después Yassin fue asesinado por Israel, el intento fallido contra Meshaal quedó como uno de los mayores fracasos de la agencia. Y si creíais que sus actuaciones no tienen represalias… estabais muy equivocados. Uno de los ejemplos más significativos es el asesinato de Yahya Ayyash. Poco después de su muerte, Hamas llevó a cabo una serie de atentados suicidas que terminaron con la vida de decenas de israelíes. Aunque, como reza el lema del Mossad para ellos… “el fin justifica los medios”.
No obstante el Mossad es a día de hoy más importante que nunca para Israel. Las amenazas a la seguridad del país han evolucionado mucho en las últimas décadas, con el auge de actores no estatales como grupos terroristas y organizaciones paramilitares, el desarrollo de tecnologías avanzadas como drones y ciberataques, y la expansión de la influencia de potencias regionales como Irán. En este contexto, el Mossad se ha convertido en un pilar esencial no solo para la defensa nacional, sino también para la proyección estratégica de Israel a nivel internacional. Su papel va más allá de la recolección de inteligencia tradicional; hoy en día, es clave en operaciones encubiertas que incluyen la eliminación de amenazas externas, la prevención de ataques terroristas, el sabotaje de programas nucleares enemigos, y el establecimiento de alianzas diplomáticas secretas en regiones donde Israel no tiene relaciones formales, como algunos países del Golfo. Estas capacidades permiten a Israel no solo protegerse de amenazas inmediatas, sino también influir de manera indirecta en la estabilidad de la región y en su propia seguridad a largo plazo. En un mundo donde las amenazas asimétricas y la guerra cibernética se han vuelto más prominentes, el Mossad se ha adaptado y ha ampliado su alcance, convirtiéndose en una herramienta indispensable para la supervivencia y la proyección de poder de Israel en un entorno cada vez más complicado.
