La tensión es máxima en Oriente Medio y los tambores de guerra vuelven a resonar por todo lo alto. Y es que Israel ha perpetrado un ataque preventivo contra varios objetivos en Irán con el objetivo de evitar que el país persa pueda hacerse con armamento nuclear. El ataque era un secreto a voces, ya que el propio Netanyahu, así como otros miembros de su gobierno, habían dicho que bajo ningún concepto iban a permitir que Irán se hiciese con armamento capaz de destruir Israel. Y esta vez las amenazas no han caído en saco roto, ya que en la noche del 12 de junio Israel cumplió con sus amenazas y asestó un golpe directo al corazón del régimen de los Ayátolas.
¿Cómo ha sido el ataque? ¿Qué objetivos han alcanzado? ¿Qué ocurrirá ahora?
Como siempre que hablamos de este conflicto, nos tenemos que ir a una fecha clave, el 7 de octubre de 2023, momento en el que Hamás atacó Israel con una brutalidad inédita. Fue entonces cuando todo el tablero se movió. Israel respondió con una ofensiva masiva sobre Gaza y eso reactivó viejas tensiones con su archienemigo Irán, padrino y proveedor de Hamás, Hezbolá, los hutíes y otras milicias alineadas con su órbita.

Durante meses, Israel fue enviando mensajes cada vez más agresivos. Bombardeos en Siria contra objetivos iraníes, ataques en el Líbano contra la cúpula de Hezbolá, la invasión del sur de Líbano y operaciones más útiles en el Mar Rojo y Yemen. Irán respondía con palabras duras y con su red de milicias, pero sin entrar directamente hasta que llegaron dos golpes clave. Primero, en abril de 2024, cuando Israel asesinó a varios altos mandos iraníes en Damasco, incluyendo a un comandante de la Guardia Revolucionaria. Irán respondió con una oleada de misiles y drones de largo alcance. El segundo fue el asesinato del líder de Hamás, Ismael Haniyeh, en pleno centro de Teherán, ese mismo año. Y eso sí que ya fue una provocación directa dentro del territorio iraní que se sumaba al asesinato de Hassan Nasrala, líder de Hezbolá, y al general iraní Abbas Nirfousan.
La respuesta de Irán fue una lluvia de 200 misiles balísticos que se compensó con un posterior bombardeo israelí en Irán. Mientras tanto, en la sombra, el gran miedo seguía creciendo y ese miedo era el programa nuclear iraní. Con Estados Unidos las negociaciones no han ido del todo bien e Irán ha acelerado su enriquecimiento de uranio. Filtraciones de la Organización Internacional de la Energía Atómica hablaban de que Teherán podría tener suficiente material fisionable para una bomba en cuestión de meses. Pero según Israel, Irán podría tener ya uranio enriquecido para fabricar hasta 15 bombas nucleares. Así que Netanyahu decidió pasar al ataque.
El ataque israelí vendría por dos frentes. Por un lado, más de 200 aviones de guerra, entre los que había F15, F16 y F35, se encargarían de lanzar sus misiles desde Irak, mientras que operadores del Mossad, infiltrados en Irán, volarían sus drones contra diversos objetivos. Estos últimos fueron los primeros en actuar, cegando radares clave en torno a la capital y a las instalaciones nucleares de Natanz. Con los ojos electrónicos de Irán ya aturdidos, la Fuerza Aérea Israelí abrió la operación Rising Lion.
¿Y cuáles han sido sus objetivos? Los primeros misiles cayeron en Teherán, concretamente en los domicilios de algunos altos cargos del régimen, ataques que, por cierto, se cobraron la vida de algunos civiles. En este ataque, Israel acabó con varias piezas importantes, ya que horas más tarde la televisión estatal iraní confirmó la muerte del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica, el general Hossein Salami, y horas más tarde la de Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor. También fueron asesinados al menos dos científicos nucleares de primera línea. No obstante, tiene pinta de que la lista de líderes militares eliminados es bastante larga.

Más allá de eso, también fueron atacadas infraestructuras clave en diversos puntos de Irán. Os podría aburrir con un montón de nombres y lugares, pero como creo que ahora mismo eso no aporta demasiado, lo dejaremos en que han sido atacadas instalaciones nucleares clave como infraestructuras de enriquecimiento de uranio, zonas de I+D, talleres de ensamblaje de drones, bases desde las que operan misiles balísticos, aeropuertos, bases militares y una importante ristra mayor de objetivos clave, no solo para el programa nuclear iraní, sino también para que el país persa pueda ejecutar una hipotética respuesta contra Israel.

Pero lo más importante es que el gobierno israelí ha dicho que la operación sigue su curso y que podría extenderse por varios días. De hecho, los israelíes continúan atacando objetivos en Irán. Otra cosa que aún está por ver es la magnitud de la respuesta iraní. Lo que sí sabemos es que al alba Irán lanzó más de 100 drones hacia territorio israelí. No obstante, todos ellos fueron interceptados por la defensa aérea, por los destructores estadounidenses desplegados en el Mediterráneo oriental y por los cazas occidentales que patrullan la región.

Lo que llama la atención es que seguramente Irán esté bastante sola a la hora de enfrentarse a Israel, ya que desde Hezbolá han indicado que no esperan iniciar ataques contra Israel en respuesta a los ataques israelíes contra su aliado iraní. No obstante, se espera una respuesta contundente por parte de Irán. Las banderas rojas ya ondean en las mezquitas en señal de venganza e Israel está en alerta máxima. Mientras, la Organización Internacional de la Energía Atómica ha logrado certificar con datos suministrados por sus inspectores y sensores que no se detectó ninguna fuga radiactiva por el momento.
Parece claro que con este ataque Israel busca una acción más decisiva que en ocasiones anteriores. En nuestra opinión, los bombardeos no buscan solo retrasar el programa nuclear iraní, sino crear el caldo de cultivo perfecto para un cambio de régimen en Irán. Recordemos que el régimen de los Ayatolás no pasa por su mejor momento y que la oposición interna es muy pero que muy importante.
Por su parte, Donald Trump ya se ha pronunciado advirtiendo a Irán de que tiene que firmar sí o sí el acuerdo nuclear si no quiere seguir sufriendo más ataques. ¿Y qué hay de las potencias sunníes y de Europa? Bueno, respecto a los primeros, Arabia Saudí ha condenado el ataque israelí y veremos hasta qué punto permite que se use su espacio aéreo para defender los cielos israelíes. Respecto a la Unión Europea y Reino Unido, lo que podemos esperar es que hagan llamados a la calma y se impliquen de forma limitada en interceptar los drones y misiles que sean lanzados desde Irán.