¿Os creíais que solamente a las Potencias del eje se les acusaría de crímenes de guerra? Pues no amigos. Aunque son menos conocidos, los Aliados también cometieron y fueron acusados de algunos delitos. Y hoy, en Memorias de Pez, os lo contamos.
Los crímenes de guerra son graves violaciones del derecho internacional humanitario que normalmente pasan en las guerras. Estos crímenes fueron claramente descritos por la Convención de La Haya de 1907 y los Convenios de Ginebra de 1949, además del Estatuto de Roma de 1998, firmados por la mayoría de países del mundo, con el propósito de establecer normas que protegieran a los civiles y combatientes fuera de combate, asegurar un trato humano y limitar los métodos y medios de guerra. Estas leyes surgieron como respuesta a las atrocidades cometidas durante conflictos anteriores, buscando evitar que las guerras futuras repitieran los mismos horrores y garantizando que aquellos que violen estas normas puedan ser juzgados y responsabilizados por sus acciones. Y efectivamente, los Aliados incumplieron un montón que ahora os vamos a contar.
1. Asesinato y maltrato de prisioneros de guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los prisioneros se encontraban en una situación especialmente vulnerable y, lamentablemente, muchos de ellos fueron asesinados o maltratados de maneras atroces. Uno de los actos más terribles fueron las ejecuciones sin juicio ni defensa. Un ejemplo impactante es la Masacre de Biscari en Sicilia. Allí, unos soldados estadounidenses, bajo el mando del sargento Horace T. West y el capitán John T. Compton, ejecutaron a 73 prisioneros italianos y alemanes sin pestañear. Además, otro ejemplo escalofriante de crimen de guerra contra prisioneros de guerra fue la Masacre de Katyn. En 1940, la NKVD soviética ejecutó a más de 22,000 oficiales polacos prisioneros en Katyn y otros lugares. Estas ejecuciones masivas fueron parte de una política sistemática de represión y eliminación de potenciales opositores políticos por parte de Stalin. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en fosas comunes.

Algo que podría parecer sacado de las peores pesadillas, pero que fue muy real para muchos prisioneros fue la tortura y el trato inhumano que recibieron. En los campos de prisioneros soviéticos, los soldados alemanes capturados eran sometidos a horribles torturas físicas y psicológicas. No solo eran golpeados y humillados, sino que también les privaban de comida y de cuidados médicos, algo que convertía la supervivencia diaria en un auténtico desafío de resistencia. Hablando de cuidados médicos, negar atención a prisioneros heridos o enfermos es otro acto que clama al cielo. Esto no solo va contra cualquier principio de humanidad, sino que refleja una crueldad deliberada y despiadada. Los prisioneros que sobrevivían a la batalla merecían, al menos, una atención básica, pero en muchos casos, ni siquiera eso les fue concedido. Finalmente, el uso de trabajos forzados convirtió a los prisioneros en una especie de “esclavos modernos”. Fueron obligados a realizar trabajos duros y peligrosos, a menudo sin el equipo adecuado y sin apenas descanso. Los prisioneros de guerra en manos de los soviéticos, por ejemplo, eran enviados a trabajar en minas o en la construcción, tareas agotadoras que muchos no lograban soportar. Eso sí, siendo estrictos, los soviéticos todavía no formaban parte de los aliados.
2. Ataques contra civiles.
Los Aliados fueron acusados de atacar a los civiles. Uno de los ejemplos más terribles fue el bombardeo indiscriminado a ciudades enteras, que fueron reducidas a escombros sin una justificación militar clara. Dresde, una ciudad alemana conocida por su arquitectura barroca y su rica historia cultural, sufrió un bombardeo devastador por parte de las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses en febrero de 1945. Fue un infierno de fuego y destrucción que dejó a decenas de miles de civiles muertos y a la ciudad en ruinas.
Otro horror que enfrentaron los civiles fueron las masacres por parte de los soldados, que ejecutaban en masa a personas inocentes. La Masacre de Sétif y Guelma en Argelia es un triste ejemplo. Allí, las tropas francesas mataron a miles de argelinos en mayo de 1945. Aunque no se enmarca en los conflictos internacionales de la guerra mundial, fue una respuesta brutal y desproporcionada a una insurrección local.
Pero si hay un tipo de crimen que marca profundamente, es la violencia sexual. Durante la invasión soviética de Berlín en 1945, el Ejército Rojo perpetró violaciones masivas a millones de mujeres alemanas.
3.Destrucción injustificada de la propiedad
Las posesiones y hogares de los civiles fueron destrozados sin ningún motivo militar legítimo. Un ejemplo claro es el saqueo y pillaje. Las fuerzas soviéticas, al avanzar hacia Berlín, participaron en saqueos generalizados, llevándose todo lo que encontraban a su paso. Los soldados soviéticos no fueron los únicos en estos actos. Recordemos que las fuerzas alemanas, especialmente las SS y la Wehrmacht, también saquearon y destruyeron propiedades en los territorios ocupados, como Polonia y la Unión Soviética. Este comportamiento cruel fue una estrategia deliberada para infundir terror y desesperación entre la población civil.
Otro acto atroz fue el incendio y la destrucción de viviendas, una táctica que buscaba no solo desalojar a los residentes, sino también eliminar cualquier posibilidad de volver a sus casas. Durante los bombardeos incendiarios en Tokio por parte de las fuerzas estadounidenses, barrios enteros fueron reducidos a cenizas. Este bombardeo, que usó napalm y otras bombas incendiarias, y que, como veremos más adelante, también era otro crimen de guerra, terminó con la destrucción de un montón de hogares y la muerte de miles de civiles.
4. Toma de rehenes
Los rehenes eran capturados para ser usados como moneda de cambio, presión política o represalia, y sus vidas colgaban de un hilo en manos de quienes los tomaban.

Imagina vivir en una pequeña aldea en la Francia ocupada por los nazis. Un día, sin previo aviso, las tropas alemanas irrumpen en tu casa y te llevan a ti y a tus vecinos. Su objetivo no es militar ni estratégico, simplemente quieren asegurarse de que los movimientos de resistencia locales pensasen dos veces antes de actuar. Esta era una táctica común de los nazis, que a menudo capturaban civiles para disuadir ataques de la resistencia. Pero los alemanes no fueron los únicos en utilizar esta táctica. En la Europa del Este, las fuerzas soviéticas también tomaron rehenes durante su avance hacia Berlín. Capturaron a civiles alemanes, a menudo mujeres y niños, para asegurar su control sobre las áreas conquistadas y para forzar la cooperación de la población local. Estos rehenes fueron utilizados como escudos humanos o simplemente como una forma de intimidación. La amenaza implícita era clara: cualquier intento de resistencia podría resultar en la muerte de inocentes.
5. Uso de armas prohibidas
Ya os lo mencionamos antes…uno de los ejemplos más controvertidos fue el uso de napalm y de bombas incendiarias. Las utilizaron las fuerzas de los Estados Unidos, buscando una manera de forzar la rendición de Japón. Para ello, lanzaron bombardeos incendiarios sobre Tokio, Osaka y Nagoya. La primera ciudad atacada fue Tokio. La noche del 9 al 10 de marzo de 1945, un bombardeo devastador con bombas incendiarias convirtió Tokio en un infierno. Las llamas se extendieron rápidamente a través de los barrios densamente poblados, destruyendo más de 16 millas cuadradas de la ciudad y matando a más de 100.000 civiles. Eso sí, el Napalm no estaba prohibido explícitamente durante la SGM, así que no sabemos si un tribunal lo habría dictaminado como crimen de guerra por aquel entonces.

El uso de bombas atómicas por parte de los Estados Unidos en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945 es otro ejemplo. Estas bombas causaron una destrucción sin precedentes, matando instantáneamente a miles de personas y exponiendo a muchos más a niveles letales de radiación. Las imágenes de las ciudades devastadas y las víctimas sufriendo quemaduras y enfermedades por radiación se han quedado grabadas en nuestra mente como un recordatorio de los horrores del uso de armas nucleares. Por supuesto, este es uno de los grandes, y más tristes ejemplos, de ataques contra civiles.
6. Experimentación médica no consensuada
En tiempos de guerra, donde la moralidad y la ética a menudo se desvanecen, algunas naciones y científicos aprovecharon la oportunidad para llevar a cabo experimentos inhumanos en prisioneros y civiles, sin su consentimiento y con una crueldad que desafía toda comprensión.

Los soviéticos fueron acusados de realizar experimentos médicos en prisioneros de guerra alemanes y en su propia población durante el estalinismo. Aunque menos documentados que los experimentos nazis o japoneses, estos experimentos incluían pruebas de resistencia física y psicológica, así como la exposición a radiación y toxinas. Los prisioneros y ciudadanos soviéticos, sometidos a estos experimentos, vivieron en constante terror y desesperación, sabiendo que sus vidas podían ser sacrificadas en cualquier momento en nombre de la ciencia.
7. Genocidio o deportaciones masivas
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, ocurrieron deportaciones masivas y episodios de violencia extrema contra civiles y prisioneros por parte de diversos actores en el conflicto. Uno de los eventos más trágicos fue la repatriación de Bleiburg en mayo de 1945, donde miles de croatas y otros civiles asociados con el régimen pro-nazi fueron entregados a las autoridades yugoslavas por parte de las fuerzas británicas, resultando en ejecuciones sumarias y masacres brutales por parte de los partisanos comunistas yugoslavos. Además, al final de la guerra, los Aliados también fueron responsables de las «expulsiones alemanas». Estas ocurrieron cuando personas de origen alemán fueron expulsadas en masa de países de Europa del Este como Polonia, Checoslovaquia y Hungría. Estos alemanes fueron enviados de regreso a una Alemania devastada por la guerra, enfrentándose a condiciones terribles y, en muchos casos, a una recepción hostil por parte de sus compatriotas.

Los nazis, en su campaña de genocidio y «purificación étnica», deportaron a millones de judíos, gitanos, prisioneros políticos y otras minorías a campos de concentración y exterminio. El objetivo de estas deportaciones no era solo el desplazamiento, sino el exterminio sistemático de comunidades enteras. Las deportaciones soviéticas también fueron crueles y desmedidas. Bajo el régimen de Stalin, numerosos grupos étnicos, incluyendo tártaros de Crimea, chechenos y polacos, fueron deportados a regiones remotas como Siberia y Asia Central. Estas deportaciones masivas, llevadas a cabo bajo sospechas de colaboración con los nazis, terminaron con la vida de miles de hombres debido al hambre, las enfermedades y las duras condiciones de vida.
¿Vosotros creéis que los crímenes de guerra de los Aliados reciben la misma atención y condena que los crímenes de guerra de las Potencias del Eje?