Una hipoteca es un préstamo que solicitas al banco para financiar la compra de un inmueble, como una casa, un piso o un apartamento. A diferencia de un préstamo personal, si dejas de pagar la hipoteca, el banco puede quedarse con el inmueble como garantía de cobro. Normalmente, las propiedades aumentan de valor, por lo que el banco puede recuperar su dinero vendiendo el inmueble. Sin embargo, durante la crisis inmobiliaria de 2008, muchos inmuebles bajaron de precio, lo que hizo que los bancos no recuperaran la totalidad del préstamo, y los clientes perdieran su casa y aún debieran dinero al banco.
¿Cómo elegir la mejor hipoteca para ti?
Una vez que decides pedir una hipoteca, hay cuatro aspectos clave en los que debes fijarte:
- Cantidad de dinero prestado: Determina cuánto dinero necesitas pedir al banco y cuánto puedes poner de tu bolsillo. Recuerda considerar los gastos adicionales como notario, impuestos y mobiliario. En España, lo mínimo que debes poner es el 10% del valor del inmueble, aunque lo normal es al menos el 20%.
- Tipo de hipoteca: Existen tres tipos principales de hipotecas:
- Hipoteca a tipo variable: El interés está vinculado al Euribor más un diferencial. El Euribor varía, por lo que las cuotas pueden subir o bajar.
- Hipoteca a tipo fijo: El interés no cambia durante toda la vida del préstamo. Suelen ser más caras, pero ofrecen estabilidad.
- Hipoteca a tipo mixto: Combina un periodo inicial de tipo fijo y después pasa a ser variable.
- Tipo de interés: Negocia el tipo de interés con tu banco. Pregunta en varios bancos o utiliza comparadores online. A veces, contratar otros servicios del banco, como seguros o domiciliación de la nómina, puede reducir el interés, pero haz cálculos para ver si compensa.
- Plazo de devolución: La mayoría de las hipotecas en España siguen el modelo francés, donde las primeras cuotas tienen más intereses que capital. A medida que avanza el tiempo, se paga más capital y menos intereses. Adelantar pagos al principio del préstamo puede ahorrarte intereses, pero asegúrate de revisar si hay comisiones por amortización anticipada.
Consejos adicionales sobre hipotecas
- Tipos de interés: Si los tipos de interés están bajos, es recomendable optar por una hipoteca a tipo fijo. Si están altos pero en descenso, una hipoteca variable puede ser más conveniente.
- Inflación: La inflación reduce el valor de la deuda a lo largo del tiempo. Si tus ingresos suben con la inflación, tu deuda relativa será menor. Esto hace que en épocas de alta inflación, tener una hipoteca puede ser beneficioso.
- Rentabilidad de inversiones: Si puedes obtener una rentabilidad mayor de tu dinero que el tipo de interés de tu hipoteca, puede ser mejor invertir tu dinero en lugar de adelantar pagos. La media histórica de la bolsa norteamericana es del 8%, lo que puede ser un buen punto de referencia.
Ejemplo práctico
Imagina que compras una casa por 200.000€. Pones el 20% de entrada (40.000€) y pides una hipoteca de 160.000€ a tipo fijo del 2% anual a 30 años. Al final del periodo habrás pagado 212.901€ en cuotas mensuales de 591,39€. Según el sistema francés, al principio pagarás más intereses que capital, pero al final pagarás casi todo en capital. Si obtienes un ingreso extra, como una herencia o una lotería, evalúa si es mejor adelantar pagos o invertir ese dinero.
Si tus inversiones generan un 6% de rentabilidad y la inflación es del 3%, tu hipoteca al 2% anual se vuelve más manejable, ya que tus ingresos crecerán con la inflación y tu deuda relativa disminuirá. Por ejemplo, si decides no amortizar anticipadamente, tus 100.000€ invertidos a un 6% generarán más beneficios que el ahorro del 2% de intereses de la hipoteca.
En resumen, elegir una hipoteca adecuada depende de tus circunstancias personales y del contexto económico. Considera todos los factores y consulta con profesionales para tomar la mejor decisión.
Espero que esta explicación haya aclarado tus dudas y te ayude en el futuro. Si te ha gustado, no olvides suscribirte a Memorias de Pez.