La Noche de los Cuchillos Largos, conocida en alemán como «Nacht der langen Messer», fue un evento en la historia de Alemania ocurrido entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, durante el régimen nazi de Adolf Hitler. Este episodio se caracterizó por una serie de asesinatos políticos llevados a cabo por la Schutzstaffel (SS) y la Gestapo, dos organismos de seguridad del Partido Nazi, con el objetivo de consolidar el poder de Hitler y eliminar a posibles rivales dentro del partido y el Estado.
El contexto histórico de la Noche de los Cuchillos Largos se sitúa en la Alemania de la década de 1930, marcada por la crisis económica, la polarización política y el ascenso del nazismo. Tras la llegada de Hitler al poder en 1933, el régimen nazi implementó una serie de medidas para eliminar a los opositores políticos y establecer un gobierno autoritario. Sin embargo, dentro del propio partido y el gobierno, surgieron tensiones y rivalidades entre diferentes facciones.
Una de las facciones más prominentes dentro del partido nazi era la Sturmabteilung (SA), liderada por Ernst Röhm. La SA había desempeñado un papel importante en la ascensión de Hitler al poder, pero con el paso del tiempo, Röhm y la SA comenzaron a demandar un mayor control sobre el ejército y otras instituciones estatales, lo que generó preocupación entre otros líderes nazis, incluido Hitler.
Hitler, preocupado por el creciente poder de la SA y su lealtad hacia Röhm, decidió actuar para eliminar esta amenaza potencial a su liderazgo. Con la ayuda de Heinrich Himmler, jefe de la SS, y Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo, Hitler planeó una purga dentro del partido y el Estado para eliminar a Röhm y a otros líderes de la SA que consideraba una amenaza.
¿Qué ocurrió el 30 de junio de 1934?
La noche del 30 de junio de 1934, las fuerzas de la SS y la Gestapo llevaron a cabo una serie de arrestos y asesinatos selectivos en todo el país, dirigidos principalmente contra líderes de la SA y otros opositores políticos. Ernst Röhm fue arrestado en su residencia en Baviera y posteriormente ejecutado, junto con otros altos mandos de la SA. Se estima que entre 150 y 200 personas fueron asesinadas durante la purga, aunque algunas estimaciones sugieren cifras más altas.
La Noche de los Cuchillos Largos acabo en una consolidación del poder de Hitler dentro del partido nazi y el Estado alemán. La eliminación de la SA como una fuerza política independiente permitió a Hitler fortalecer su control sobre el ejército y otras instituciones estatales, así como eliminar a posibles rivales dentro del partido. Además, la purga sirvió como una advertencia para cualquier persona que pudiera desafiar el liderazgo de Hitler en el futuro, demostrando la brutalidad con la que el régimen nazi trataría a sus opositores.
Después de la Noche de los Cuchillos Largos, Hitler consolidó aún más su poder al asumir el título de Führer y Canciller del Reich, concentrando en sus manos tanto el poder ejecutivo como el poder legislativo. La purga también facilitó la alianza entre el ejército y el régimen nazi, ya que muchos oficiales militares veían a Hitler como el líder indiscutible de Alemania después de la eliminación de la SA.
A nivel internacional, la Noche de los Cuchillos Largos generó preocupación y condena entre algunos países extranjeros, que veían el evento como un indicio del carácter brutal y autoritario del régimen nazi. Sin embargo, otros países optaron por ignorar o minimizar las acciones de Hitler, preocupados por las repercusiones económicas y políticas de confrontar al régimen nazi.