Hoy en Memorias de Pez vamos a hablar de una de las batallas más famosas de la historia. Una batalla, o mejor dicho, un ataque sorpresa que cambió el mundo para siempre y sin el cual la humanidad no sería hoy en día tal y como la conocemos. Hoy en Memorias de Pez: Ataque Japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor.
Contexto histórico del ataque
Para entender por qué Japón se inmoló atacando por sorpresa a Estados Unidos entrando por la puerta grande en la Segunda Guerra Mundial, nos tenemos que ir unos años hacia atrás. Pero antes de eso, tengo que recordarte que si quieres saber todo lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial, tengo un vídeo resumen en el que en 15 minutos lo vas a pillar todo a la primera. Bueno, el caso es que nos tenemos que ir a la guerra entre Japón y China de 1937, donde comienzan a surgir roces entre EE.UU., Gran Bretaña y el propio Japón. Las acciones militares niponas en China llevaron a Estados Unidos a castigar a Japón con un bloqueo de metal y de petróleo. El petróleo era muy importante para los japoneses ya que Japón no tiene grandes yacimientos cerca y, claro, sin poder importar petróleo se les iba a acabar el caldo para coches, barcos, aviones y demás, más pronto que tarde.
Para acabar con este bloqueo se llevaron a cabo negociaciones entre ambas partes, pero EE.UU. pidió a Japón el abandono militar del territorio chino, algo que Japón, que tenía una obsesión particular con Manchuria, no estaba dispuesto a aceptar. Japón es un pueblo con una cultura y una visión de la vida y la política bastante diferente a la occidental. Antes de entregar Manchuria y verse humillados por una potencia extranjera, irían a la guerra.
El plan japonés
Japón es consciente de que poco o nada tiene que hacer contra Estados Unidos y sus aliados, pero quizás un ataque relámpago por sorpresa les podría dar una oportunidad. El plan japonés es claro: atacar Hawái, donde se encuentra el grueso de la flota del Pacífico americana, y ocupar las colonias europeas del sudeste asiático hasta Australia, alcanzando también las reservas petrolíferas de estas zonas que servirán como alimento de la maquinaria de guerra nipona. Un plan sin fisuras, ¿no? Bueno… a mí me suena bastante suicida, pero bueno, igual en sus cabezas sonaba maravilloso.
El ataque a Pearl Harbor comenzó a planearse años antes, cuando se esbozó el primer borrador de este. El primer asalto se libró entre las labores de espionaje y contraespionaje de uno y otro bando. En estos menesteres, Japón consiguió saber de forma detallada qué ruta de ataque seguir, cómo, cuándo y dónde hacerlo. Estados Unidos, por su parte, obtuvo una gran cantidad de información en 1940 sobre las intenciones japonesas; no obstante, en muchas ocasiones esta fue desestimada por parecer poco creíble.
Japón, en un intento de no violar las leyes internacionales, pretendía romper toda relación diplomática con EE.UU. 30 minutos antes del ataque a Pearl Harbor. Para ello, se pretendió enviar un mensaje que no llegó hasta horas después del ataque. De la misma manera, la declaración de guerra japonesa fue descifrada antes del ataque y enviada a Hawái, pero por problemas burocráticos la alerta no llegó a tiempo. Y por eso, y por algún que otro detalle que veremos más tarde, hay quien piensa que Estados Unidos se dejó atacar por los japoneses y así tener un casus belli, es decir, una razón para declararle la guerra a Japón y entrar en la Segunda Guerra Mundial. Pero bueno, yo dejo ahí la semillita y no me meto mucho porque ya es entrar un poco en el mundillo conspiranoico.
Fuerzas militares japonesas y estadounidenses
Las fuerzas japonesas que atacaron la base americana eran espectaculares:
- 6 portaaviones
- 2 acorazados
- 2 cruceros pesados
- 1 crucero ligero
- 8 destructores
- 81 cazas
- 239 bombarderos
- 40 torpederos
- 3 cargueros de combustible
- 1 buque de suministros
Aunque por su parte, las fuerzas estadounidenses eran claramente superiores, una flota entera que constaba de:
- 8 acorazados
- 6 cruceros
- 29 destructores
- 9 submarinos
- 390 aviones
El ataque a Pearl Harbor
Las hostilidades comenzaron a las 6:37 con una pequeña escaramuza que se saldó con un minisubmarino americano hundido. Pero el verdadero ataque comenzó a las 7:53. Los aviones volaban bajo para no ser detectados por el radar y aquellos que sí se detectaron fueron confundidos con unos bombarderos estadounidenses que tenían previsto llegar a la base. El ataque japonés se dividió en 2 oleadas compuestas por 183 aviones, la primera y 170 la segunda. La primera oleada contaba con el factor sorpresa, por lo que debía ser la más eficaz. Con ella se pretendía atacar a los barcos más grandes, portaaviones y acorazados, así como puntos estratégicos en tierra.
En el momento que atacaron, muchos marineros aún dormían, y los accesos a muchos cuartos de municiones estaban cerrados. La segunda oleada tenía como destino Bellows Field y Ford Island, una base aeronaval y de infantería de marina en el centro de Pearl Harbor. La defensa americana se limitó a los pocos aviones que dejaron los japoneses sin destruir y a las baterías antiaéreas de los barcos. A los 5 minutos de empezar el ataque, la situación era un auténtico caos. Toneladas de bombas explotaban contra los barcos y las posiciones terrestres americanas. El pánico cundía entre la tropa, el mar estaba sembrado de hombres y de cadáveres, y aquella isla se convirtió en el auténtico infierno.
Impacto y consecuencias
45 minutos después de que cayese la primera bomba, el ataque concluyó. Esa misma mañana, comenzaron los ataques sobre Hong Kong, a los que le seguirán ataques sobre Filipinas, la Isla de Wake, Malasia y Tailandia. Ese mismo día, el presidente Roosevelt declara la guerra a Japón. 6 días más tarde, Alemania e Italia declaran la guerra a los Estados Unidos. El ataque fue un auténtico éxito, y la flota estadounidense estuvo 6 meses fuera de juego. Sin embargo, los japoneses no estaban del todo contentos. A pesar de haber asestado un duro golpe al corazón militar estadounidense, los 3 portaaviones estadounidenses más grandes se encontraban fuera de puerto. Y esta es la gran razón por la que muchos creen que el alto mando estadounidense veía venir el ataque.
Aquel cruel y despiadado ataque contra la base de Pearl Harbor había unido a la nación y la industria americana comenzó en ese momento a alcanzar unos niveles de producción nunca vistos. A la larga, provocar a Estados Unidos fue un gran error para Japón, puesto que este no tenía capacidad suficiente para ganar una guerra contra una potencia tan enorme.
Aquel ataque cambió el destino del mundo. EE.UU. subestimó el poder japonés y lo pagó caro. Las bajas japonesas fueron de 29 aviones, 55 pilotos, 5 minisubmarinos, 9 marinos y tan solo 1 prisionero. Por parte de Estados Unidos, las bajas fueron de 3.403 muertos, 7 acorazados (5 de ellos hundidos), 3 cruceros, 3 destructores, 188 aviones destruidos y los ya mencionados 155 aviones dañados.