Señoras y señores, lamento comunicaros que Bolivia está en una situación límite. El país de las alpacas y las llamas acaba de sufrir un intento de golpe de estado por parte de un sector del ejército que amenaza la paz en el país. Si no estás muy puesto en la política de Bolivia, es posible que todo esto te pille de sorpresa, pero, ¿Y si te digo que esto se veía venir? En el vídeo de hoy veremos qué está pasando en Bolivia, de dónde viene todo este lío y por qué todo lo que pase allí es mucho más importante de lo que te crees. Así que venga, pónganse cómodos que en seguida lo vamos a ver.
Introducción a Bolivia
Vale, antes de empezar con toda esta historia os voy a hablar un poco de Bolivia. Bolivia es este territorio que veis aquí. Lo que más llama la atención de su geografía es que Bolivia es junto a Paraguay el único país que no tiene costa de toda Latinoamérica, lo cual ha lastrado siempre su capacidad de comerciar con el resto del mundo. Es por esto que el país lamentablemente siempre ha dependido de terceros países para realizar sus exportaciones. Venga, y una curiosidad, esto no siempre ha sido así, Bolivia sí que tenía una salida al mar, pero se la tuvo que dar a Chile en 1904 después de haber perdido años antes la Guerra del Pacífico en la que los chilenos derrotaron a la alianza de Perú y Bolivia. Ala, ahí os lleváis el dato.
Más allá de esta maldición de no tener salida al mar, Bolivia sí que tiene un tesoro en sus tierras, bueno, dos. El primero de todos es que Bolivia también es uno de los principales productores de gas natural en América Latina. A ver, tampoco son Qatar, pero en cuanto a producción sí que juegan en la misma liga que países como Kuwait, Colombia o Perú y sus clientes VIP son Argentina y Brasil, a los que exporta una gran cantidad de gas. No obstante, Bolivia también tiene como clientela fiel a Perú y a Paraguay. Es importante que durante el resto del vídeo recuerdes que Bolivia depende totalmente de sus exportaciones de gas natural y que estas representan cerca del 40% de sus exportaciones totales.
No obstante, antes os he dicho que Bolivia tenía dos tesoros en sus tierras, el primero es el gas y… ¿Sabrías decir cuál es el segundo? Bueno, si no lo sabes no te preocupes que esta pregunta era para nota. En este caso hablamos del Salar de Uyuni donde se encuentra el mayor depósito de litio del mundo. Hablamos de nada más y nada menos que 21 millones de toneladas de este mineral. Y ya sabéis que con esto de la transición energética el litio es un recurso súper valioso que sirve para fabricar baterías de todo tipo y, de hecho, todo apunta a que este recurso cada vez va a ser más demandado. El problema de Bolivia es que aún no ha encontrado la forma de explotar todo este litio por varios motivos. Ya sabéis, falta de infraestructuras, una legislación que no favorece la inversión extranjera y para colmo el litio boliviano se encuentra mezclado con agua salada, por lo que hay que procesarlo entre 12 y 18 meses antes de que pueda ser exportado. No obstante, esto hace de Bolivia un país bastante deseado y potencialmente estratégico en el futuro.
Venga, y lo último que tienes que saber sobre Bolivia, es que está compuesto por varios grupos étnico-sociales. Sí, Bolivia es un país multicultural compuesto de un 68% de mestizos, un 20% de indígenas, un 5% de blancos, un 2% de cholos y un 1% de negros. De hecho, el país tiene 36 idiomas oficiales.
Pero si has llegado hasta aquí, es posible que te estés preguntando ¿Por qué leches te cuento todo esto? Buena pregunta, pero toda esta información te va a ayudar a entender mejor esta historia que te voy a contar ahora mismo.
Inicio del conflicto: la era de Evo Morales
Venga, comenzamos esta historia en 2005, en una época en la que a Bolivia las cosas no le iban nada bien. El país había tenido 4 presidentes sólo entre 2001 y 2005 y la sensación de desarraigo era brutal. Los gobiernos anteriores habían privatizado los recursos naturales del país, pero el dinero de esas privatizaciones jamás llegó a la población y la mayor parte fue dilapidado en corrupción y sin sentidos. La tasa de pobreza extrema era del 38% y… ¿A que no sabéis a quién afectaba más? Pues sí, a los indígenas, especialmente a aquellos que vivían en zonas rurales. Y así es como en las elecciones de 2006 apareció Evo Morales. Un hombre que venía de una comunidad indígena y que se convirtió en el líder del Movimiento al Socialismo (el MAS). Y claro, con el país hecho unos zorros, este tío se convirtió en el héroe de las clases populares del país, especialmente para los indígenas. Evo Morales fue visto por muchos como un soplo de aire fresco. La última esperanza para el pueblo.
Evo Morales supo maniobrar muy bien y no sólo ganarse el apoyo de los movimientos indígenas sino también de los sindicatos de obreros, el sector cocalero, el resto de campesinos y otros grupos sociales que hasta entonces habían estado bastante marginados de la política. Evo Morales tenía muy clara la fórmula del éxito, sus mensajes eran claros y sencillos, hablaban directamente al pueblo y pronto se convirtió en una rockstar para la izquierda latinoamericana al nivel de otros dirigentes como Hugo Chávez, Rafael Correa o incluso Lula Da Silva. Evo Morales arrasó en las elecciones de 2005 con el 53,72% de los votos y se convirtió en el presidente de Bolivia.
Reformas y nacionalizaciones
Con Evo Morales al frente, Bolivia se dedicó a nacionalizar las empresas de gas y petróleo, algo que le dio muchísima fama a Evo. ¿Por qué? Muy sencillo. Hasta entonces, muchos bolivianos sentían que los beneficios de estos recursos no estaban llegando a la población local debido a la privatización y a los intereses extranjeros. Sin embargo, con Evo Morales, el gobierno pronto comenzó a lanzar planes sociales como bonos para ancianos, mujeres embarazadas y estudiantes. De esta forma, muchos jóvenes de las clases más populares pudieron por fin estudiar y muchas familias salieron de la extrema pobreza. De hecho, la pobreza extrema pasó del 38% en 2005 a 15,2% en 2018.
En 2009, el gobierno de Evo promulgó una nueva Constitución que reconocía a Bolivia como un estado plurinacional y otorgaba mayores derechos a los pueblos indígenas. Y dicho y hecho, el tío arrasó en las elecciones de 2009 con un 64% de los votos. El país continuaba yendo razonablemente bien y la popularidad de Evo Morales seguía siendo alta. Además, la nueva constitución de 2009 permitía a Evo Morales volverse a presentar a las elecciones y… ¿Adivináis qué? Pues sí, volvió a arrasar en las elecciones de 2014 con el 61% de los votos.
El comienzo de los problemas
Y en 2014 es cuando comenzaron los problemas. A ver, la economía de Bolivia seguía creciendo, el gas boliviano seguía dando buenos beneficios y la pobreza se seguía reduciendo, pero a Evo le empezaron a entrar aires de tirano. Y es que, como ya sabéis los seguidores de este canal, el poder engancha y son muchos los que se vuelven adictos a él. Vamos que Evo Morales no quería que esa fuese su última legislatura, así que en 2016, Evo convocó un referéndum para modificar la Constitución y permitirle postularse para un cuarto mandato. El referéndum fue rechazado por una estrecha mayoría de votantes, pero, un año después, en 2017, el Tribunal Constitucional de Bolivia dictaminó que Evo Morales podía postularse para un cuarto mandato, argumentando que la reelección indefinida era un derecho humano. Sí, como lo oís. Y si la cosa te suena muy rara, déjame decirte que a muchos bolivianos también les pareció lo mismo. Fue entonces cuando la política boliviana comenzó a polarizarse muchísimo.
Crisis y golpe de estado
Las elecciones de 2019 fueron una culminación de todas estas tensiones. Evo ganó con el 47% de los votos, pero la cosa no olía muy bien y fueron muchas las voces que denunciaron que hubo fraude electoral, lo que desencadenó una serie de protestas masivas. De hecho, las auditorías de organismos internacionales, como la Organización de los Estados Americanos, encontraron irregularidades en el proceso electoral e incluso el ejército y la policía comenzaron a presionar al gobierno. Todo esto derivó en una crisis política que hizo a Evo Morales dimitir poco después de las elecciones y exiliarse.
La entonces senadora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina, respaldada por el Tribunal Constitucional. El problema es que Jeanine Áñez no era del partido de Evo, sino de la oposición. Jeanine era una persona tremendamente religiosa, con valores tradicionales y económicamente liberal. Vamos, que era la criptonita de Evo Morales. Por eso, muchos partidarios de Evo dijeron que ella no tenía legitimidad y la acusaron de dar un golpe de estado. Además, Jeanine Áñez se tuvo que comer la gestión del COVID y unas tremendas protestas que reprimió con gran dureza, siendo acusada incluso de violaciones de derechos humanos.
No obstante, pronto las tornas cambiarían porque en octubre de 2020, el partido de Evo Morales volvería al poder, sólo que esta vez el candidato no era Evo Morales sino su anterior ministro de finanzas. Hablamos de Luis Arce quien había sido el verdadero artífice del “milagro boliviano”. Desde su retorno al poder, en el MAS han saltado verdaderas chispas entre los seguidores del presidente Luis Arce y los leales al expresidente Evo Morales.
Por cierto, si queréis saber qué fue de la expresidente Jeanine, que sepáis que acabó en la cárcel donde se intentó suicidar, condenada a 10 años de cárcel por el cargo de “golpe de estado” en un juicio… digamos que… sin demasiadas garantías.
Gobierno de Luis Arce
No obstante, volvamos al tema del nuevo presidente Luis Arce. El caso es que esta vez a su gobierno la economía no le trataría tan bien. En un país en el que la corrupción siempre ha sido alta, el gobierno de Arce no ha estado exento de algunos escándalos. Además, la economía boliviana lleva desde el COVID atravesando grandes dificultades por culpa de las consecuencias de la pandemia, la bajada del precio de las materias primas y porque cada vez los campesinos bolivianos se están pasando al lado oscuro y están plantando coca en cantidades industriales para grupos criminales.
Lo cual deja al estado sin llevarse una parte del pastel en forma de impuestos. Todo esto ha supuesto que Bolivia haya dejado sus reservas de dólares al mínimo, quedándole sólo una cifra cercana a los 1.000 millones de dólares. Por esto, al gobierno boliviano no le ha quedado otra que devaluar su moneda, lo que básicamente significa imprimir dinero y generar inflación.
Situación actual y facciones divididas
Esta situación de crisis e inestabilidad política ha causado un montón de manifestaciones y disturbios en el país. No obstante, la cosa ha ido a peor a medida que se acercaban las elecciones de 2025. Y es que ahora la polémica es la siguiente.
El presidente Arce se quiere presentar y Evo Morales también, aunque ambos son del mismo partido. De hecho, ambos ya se han criticado públicamente el uno al otro. Por otro lado, la oposición está liderada por Carlos Mesa mientras la expresidenta Jeanine sigue en la cárcel. Y por si todo esto fuera poco tenemos al ejército y a la policía divididas.
Por una parte hay una facción militar que apoya al presidente y por otra parte hay otra facción encabezada por el general Zúñiga que quiere que la oposición gobierne y que por encima de todo quiere que Evo Morales no se pueda presentar a las elecciones ya que ve en él un potencial dictador. Y por eso, esta facción ha intentado dar un golpe de estado. Bueno, por eso y porque el general Zúñiga se debió coger un buen cabreo después de ser relevado de su puesto tras criticar al gobierno y a Evo Morales.
No obstante, el golpe fracasó y de momento el país todavía camina libre hacia las elecciones de 2025 en las que aún no se sabe a ciencia cierta qué pasará.