El dólar ha sido la moneda de referencia mundial desde el primer tercio del siglo XX, cuando Estados Unidos se consolidó como la gran potencia económica global. Sin embargo, las monedas de referencia no son eternas. A lo largo de la historia, hemos visto cómo la principal moneda de reserva mundial ha cambiado según la potencia económica dominante en cada época. Desde el ducado portugués, pasando por el real de a ocho español, la libra francesa y la libra esterlina británica, hasta llegar al dólar estadounidense, la evolución de la moneda de reserva mundial refleja los cambios en el poder económico global.
Actualmente, el reinado del dólar podría estar llegando a su fin por varias razones. Una moneda de referencia mundial es ventajosa para el país emisor, ya que permite que la mayoría de las transacciones comerciales se realicen en su moneda. Esto crea una alta demanda de dicha moneda, permitiendo al país imprimir más billetes sin devaluar su valor significativamente. Esta ventaja ha sido explotada por Estados Unidos durante décadas. Sin embargo, varias amenazas podrían cambiar este panorama.
El dolar compite contra otras monedas más fuertes
En los años 90, el dólar no tenía competidores serios. Sin embargo, desde comienzos del siglo XXI, han surgido varias divisas que desafían su supremacía. El euro, introducido en 2002, se ha convertido en una moneda importante en el comercio internacional. Además, hay planes para crear monedas comunes en África y América Latina, lo que podría reducir la dependencia del dólar en estas regiones.
La mayor amenaza proviene de China, que ha emergido como una gran potencia económica. Su moneda, el renminbi (cuyas unidades son los yuanes), es cada vez más demandada. China ha invertido significativamente en infraestructuras y grandes proyectos en Asia y África, lo que ha creado una deuda considerable de muchos países con China. Estos países podrían ser obligados a utilizar el renminbi para sus transacciones comerciales con China. Además, China está presionando a los países productores de petróleo para que acepten el renminbi como moneda de pago. Si países como Arabia Saudí, Venezuela y los Emiratos Árabes Unidos adoptan el renminbi, la posición del dólar se vería seriamente comprometida.
Las criptomonedas
Otra amenaza para el dólar son las criptomonedas, basadas en la tecnología blockchain. Estas monedas digitales podrían ser utilizadas para transacciones internacionales, ofreciendo una alternativa al dólar. Los smart contracts (contratos inteligentes) son especialmente interesantes. Estos son programas informáticos que ejecutan automáticamente acuerdos entre dos partes cuando se cumplen ciertas condiciones. La red blockchain más utilizada para estos contratos es Ethereum, cuya moneda es el Ether.
Cuáles son los motivos para la caída del dólar
Si el dólar pierde su posición dominante, su valor podría disminuir. Esto haría que la industria estadounidense fuera más competitiva en la exportación de bienes y servicios, pero encarecería las importaciones, empobreciendo a los consumidores y empresas estadounidenses. Si Estados Unidos quisiera mantener el valor del dólar, tendría que reducir la impresión de billetes y aumentar los tipos de interés, frenando su economía. Esto dificultaría la financiación del gobierno estadounidense, obligando a realizar recortes presupuestarios en áreas como la defensa y la inversión pública.
Aunque la posibilidad de que el dólar colapse es mayor que hace una década, sigue siendo improbable a corto y medio plazo. China, a pesar de su creciente influencia, sigue siendo una dictadura con controles al capital y poca seguridad jurídica para los inversores. Estados Unidos sigue siendo el mayor mercado de capitales del mundo, ofreciendo liquidez y seguridad jurídica. Además, el dólar cuenta con el respaldo de la Reserva Federal, un banco central independiente del gobierno.
La supremacía total del dólar de los años 90 y principios de los 2000 no volverá, pero el dólar aún tiene un largo camino por recorrer. Mientras Estados Unidos siga siendo la principal economía mundial, con la correspondiente seguridad jurídica y liquidez necesaria, el dólar mantendrá su posición dominante. Por lo tanto, invertir en activos valorados en dólares, como acciones o ETFs americanos, sigue siendo una opción segura para los inversores.