El nacimiento de la oveja Dolly es uno de los hitos más trascendentales en la historia de la biotecnología. No estamos exagerando, y es que Dolly fue el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. Es decir, el primer clon adulto. Fue un acontecimiento científico tan famoso y controvertido que revolucionó a todos los medios de comunicación y a la opinión pública. La pequeña oveja Dolly despertó la curiosidad y suscitó una gran alarma en la sociedad… y con razón. Y es que en este momento nos empezamos a dar cuenta de que la clonación de humanos, aquello que veíamos como algo propio de la ciencia ficción que solo ocurría en la literatura y las grandes producciones de Hollywood, quizás no estaba tan lejos de convertirse en una opción real.
¿De verdad podría un ser humano ser clonado? Imaginaros poder hacer múltiples copias de un individuo humano con determinadas características y crear, por ejemplo, una nueva raza de esclavos, o un grupo de Lioneles Messi que nos entretengan los domingos. Vale, los ejemplos anteriores pueden parecer un poco fantasiosos. Pero, ¿y si unos padres que han perdido a su hijo quieren tener una nueva copia a partir del fallecido? Y podemos dar una vuelta más al tema… ¿y si una hija pudiera gestar una copia de su propio padre para poder recuperarlo de nuevo? Da miedo y un poco de repelús, ¿no?
La realidad es que si se diera alguno de estos casos hipotéticos el resultado no sería el esperado. Es cierto que el clon tendría el mismo material genético, o bueno prácticamente el mismo, pero se trataría de otro ser humano distinto. Y es que, aunque nuestro ADN contiene la información principal sobre quiénes somos, no es el único condicionante. Por ejemplo, los mecanismos que regulan la expresión de nuestros genes, nuestras experiencias personales o el ambiente en el que vivimos también tienen una gran influencia. Y si no que se lo cuenten a los hermanos gemelos. ¡Si queréis saber más sobre este tema solamente tenéis que estar atentos a las novedades que os iremos subiendo al canal en las próximas semanas!
El proceso de clonación
Para entender los secretos de Dolly antes tenemos que tener claro cómo es una célula animal. La información genética está contenida en el ADN y se transmite de una generación a la siguiente. Se encuentra aquí, dentro del núcleo de la célula. Aquí tenemos que hacer un pequeño inciso, y es que las células animales tienen unos orgánulos que se llaman mitocondrias y que también tienen una diminuta porción de ADN de origen materno. Pero esto ya es para nota y no lo vamos a tener en cuenta en este vídeo.
Cuando los animales nos reproducimos de forma sexual, se forma una célula llamada cigoto gracias a la fusión de los gametos masculinos y femeninos. Es decir, un espermatozoide y un óvulo. Este proceso se llama fecundación. Cuando se fusionan los gametos también se fusionan sus núcleos, por eso el ADN del cigoto tiene información genética que proviene del padre y de la madre. El cigoto es la célula inicial a partir de la cual se genera un nuevo organismo. Esta célula comienza a dividirse dando lugar a dos células hijas en un proceso que se llama mitosis. A partir de sucesivas mitosis las células se multiplican y se van organizando y especializando. Y con el tiempo se desarrolla el nuevo ser.
El nacimiento de Dolly
Vale, una vez que sabemos esto podemos volver a Dolly. La oveja Dolly nació en Escocia el 5 de julio de 1996 en el Instituto Roslin. Allí investigaban distintos métodos para modificar genéticamente a animales de granja. Uno de ellos es una técnica que se llama transferencia nuclear y fue la que se usó para desarrollar a Dolly. En primer lugar, los investigadores cogen un óvulo no fecundado y le extraen su propio núcleo, el cual contiene su información genética. En el segundo paso, se toma el núcleo de una célula donante y se introduce en el óvulo. De esta manera, se crea una nueva célula que es como si fuese un óvulo fecundado o cigoto. A partir de esta célula se desarrolla el embrión. Las primeras etapas de desarrollo del embrión se producen en un tubo de ensayo y, más tarde, el embrión se implanta en el vientre de un animal hembra adulta donde se lleva a cabo la gestación hasta que el animal nace de forma natural.
De hecho, en la creación de Dolly participaron tres ovejas distintas: El óvulo fue extraído de una oveja de raza escocesa Blackface. Sin embargo, la oveja donadora del núcleo y por tanto del material genético fue una oveja de seis años de raza Finn Dorset. Por último, la oveja del vientre de alquiler también era Blackface. Aquí tenéis a Dolly poco después de su nacimiento. Como veis, la cara blanca de Dolly fue una de las primeras señales de que era un clon, ya que si estuviera relacionada genéticamente con su madre sustituta, habría tenido una cara negra.
En ciencia ocurre una cosa de la que no siempre somos conscientes. Y es que en general los grandes avances científicos no ocurren de repente, sino que nacen gracias a la acumulación de conocimiento que se obtiene mediante el trabajo realizado en decenas de investigaciones a lo largo de los años. Nuestra querida amiga Dolly no fue una excepción, y es que la clonación de animales es una técnica que se desarrolló años antes de su nacimiento. De hecho, ya se había clonado con éxito salamandras, ranas e incluso con otros mamíferos. Otras dos ovejas, Megan y Morag, ya habían sido clonadas con éxito años antes. Incluso otras seis ovejas clonadas nacieron en el Instituto Roslin a la vez que Dolly. Entonces, ¿qué hizo a Dolly tan especial?
En la mitosis, cuando una célula se divide en dos hijas, todas tienen el mismo material genético. Esto significa que el ADN de todas las células que forman un animal es idéntico. Es decir, que una célula de tu corazón tiene la misma información genética que una célula de tu pulmón. ¿Pero cómo es posible si estas células se parecen lo mismo que un huevo a una castaña y tienen funciones totalmente distintas? Seguro que habéis oído hablar alguna vez de las células madre. Estas son las células que tienen la capacidad de transformarse en otras más especializadas. La diferenciación celular es el proceso por el cual las células adquieren una forma y una función específica, es decir, se especializan en un tipo celular concreto. Por ejemplo, el cigoto y otras células de las primeras etapas del desarrollo del embrión pueden transformarse en cualquier tipo de célula.
Diferenciación y especialización celular
¿Cómo es posible? En el ADN hay muchísimos genes, pero no todos ellos se expresan a la vez. Cuando una célula madre se especializa, por ejemplo, en una neurona, enciende (es decir, expresa) los genes necesarios para realizar las funciones de una neurona y desactiva los que no. Por eso cambia de forma y puede realizar tareas específicas, ya que está controlada por unos genes distintos al de otro tipo de célula. Para especializarse, las células madre pueden activar o inactivar cualquier gen disponible en su ADN.
Hasta el nacimiento de Dolly, en los animales clonados se habían usado como células donadoras del núcleo células de las primeras etapas del desarrollo embrionario. Estas células todavía no estaban especializadas y tenían la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula. Hasta el nacimiento de Dolly, se pensaba que la diferenciación de las células no era reversible y que, una vez que una célula se especializaba, los genes que esta célula no utilizaba eran inactivados de forma irreversible. Pero todo cambió con Dolly, ya que en su experimento se usó el núcleo de una célula de una glándula mamaria de una oveja de seis años. Es decir, una célula adulta totalmente especializada.
El nacimiento de Dolly fue un descubrimiento absolutamente excepcional porque se demostró que una célula adulta puede desdiferenciarse para adquirir de nuevo las propiedades de una célula madre y poder generar un nuevo individuo con ese mismo ADN. Es decir, que se podían usar células de un animal adulto para crear una copia exacta del animal del que proceden.
Pero no creáis que fue un experimento sencillo, Dolly derivó del único embrión de casi 300 embriones que consiguió sobrevivir a todo el proceso. Por cierto, la identificación original de nuestra oveja fue 6LL3. Tuvieron buen criterio en cambiarlo por un nombre un poquito más original, aunque seguro que os sorprende por qué se decidieron por Dolly y no por Natasha o Rigoberta. Fue un homenaje, bastante machista todo hay que decir, a la famosa cantante de country Dolly Parton y más concretamente… por sus pechos. Sí, en serio. Como la oveja Dolly había sido clonada a partir de una glándula mamaria a alguien le pareció graciosa esta relación.
La vida de Dolly después de la clonación
¿Y qué fue de Dolly? Pues pasó el resto de su vida en el Instituto Roslin y, aparte de alguna fotillo que se tenía que sacar de vez en cuando para la prensa, llevó una vida normal con las otras ovejas del Instituto. A lo largo de los años, Dolly tuvo hasta seis corderos con David, un apuesto carnero de raza Welsh Mountain. Sin embargo, en el año 2000 Dolly se infectó con un virus que produce cáncer de pulmón en las ovejas. No tuvo nada que ver con que fuera un clon, ya que otras ovejas del Instituto Roslin también se infectaron en el mismo brote. Después de la infección, Dolly tuvo una calidad de vida normal hasta principios de 2003, cuando se decidió sacrificarla debido al avance de su enfermedad. Por cierto, el cuerpo de Dolly se donó al Museo Nacional de Escocia en Edimburgo, donde puedes ir a visitarla si te acercas por esas tierras.
Hace ya más de 25 años del nacimiento de Dolly, y en ese tiempo la tecnología para la clonación de animales ha mejorado a pasos agigantados. Tanto que la clonación de todo tipo de animales de granja como ovejas y vacas o de competición como caballos o camellos ya es algo rutinario. Pagando una pasta puedes incluso clonar a tu querida mascota, como perros o gatos. En muchas ocasiones se ha propuesto la clonación como método para revivir especies extintas, utilizando óvulos y madres gestantes de especies cercanas a la extinta. Sin embargo, las dudas sobre su viabilidad y ética siguen estando muy presentes. Y hasta aquí el vídeo de hoy. ¿Qué os parece todo este tema de la clonación? ¿Qué esperáis que ocurra de aquí a unos años? ¿Cuál debería ser el límite que nos deberíamos de poner?