Hoy toca hablar del mayor grupo terrorista de la historia de España. Hoy toca hablar de cómo ETA tomó las armas, cómo llegó a tener un gran poder y cómo se le combatió hasta acabar con ella.
Para hablar de los orígenes de ETA hay que remontarse al franquismo. Durante la dictadura de Franco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) estaba ilegalizado. Un grupo llamado Ekin, dedicado a hacer estudios sobre el conflicto vasco, y otro grupo de juventudes del PNV se unieron, mandaron a los del PNV a paseo y constituyeron ETA. Su nombre es un acrónimo de Euskadi ta Askatasuna, traducido al castellano, País Vasco y Libertad. El objetivo de ETA era llevar a cabo acciones directas. Todo esto ocurrió en 1958, aunque las primeras acciones violentas no llegarían hasta los años 60.
Primeras acciones
Algunas fuentes indican que la primera víctima de ETA pudo ser una niña de 22 meses en San Sebastián, sin embargo, la primera acción realmente confirmada y atribuible a ETA se llevó a cabo en el 25 aniversario del golpe de Estado de 1936, cuando ETA intentó hacer descarrilar en Guipúzcoa un tren lleno de franquistas.
Durante los 60, ETA celebró varias asambleas para definirse como organización:
- Primera Asamblea: Se establecen las bases de la banda, incluyendo la independencia de Euskal Herria, la defensa del euskera, la democracia y la aconfesionalidad del estado.
- Segunda Asamblea: La organización opta por la izquierda y se define como socialista, aunque acabará siendo marxista-leninista.
- Tercera Asamblea: ETA adopta la lucha armada como medio para conseguir sus objetivos.
- Cuarta Asamblea: Comienza la división interna en la organización, con tres corrientes ideológicas: independentistas, comunistas y una mezcla de ambas.
- Quinta Asamblea: Se produce una escisión, formando ETA Berri (que cambiará de nombre) y ETA Zaharra, que finalmente se queda con el nombre de ETA.
A finales de los 60, ETA comete su primer asesinato: un guardia civil llamado José Antonio Pardines es disparado en la cabeza en un control de carretera. Sin embargo, el primer atentado premeditado fue el de Melitón Manzanas, jefe de Guipúzcoa de la brigada político-social y antiguo colaborador de la Gestapo. La presión policial y judicial dejó a la banda muy tocada a finales de los 60.
En los Procesos de Burgos, varios etarras fueron condenados a muerte, pero la presión internacional hizo al gobierno franquista conmutar las penas, dando a la banda una gran publicidad.
Años 70 y 80: La época más sangrienta
En los 70, la banda resurge y vuelven las escisiones, esta vez entre una rama militar y otra política. Los militaristas dan el golpe más importante de la historia de ETA en 1973, asesinando al presidente del gobierno franquista, Luis Carrero Blanco, provocando una situación sin precedentes en la dictadura.
El atentado en la cafetería Rolando, que dejó 13 muertos, crea una escisión definitiva y se crean dos organizaciones: ETA Político-Militar y ETA Militar. La primera abandonará la lucha armada a principios de los 80, mientras que la segunda se beneficia de la amnistía general del gobierno español a presos políticos y engrosa sus filas.
Los finales de los 70 y principios de los 80 son los años más duros de ETA, siendo 1980 el año más mortífero. Las víctimas preferidas de ETA en esta etapa son altos mandos de las fuerzas armadas y de la Guardia Civil. La banda llevó a cabo atentados atroces, como el del Hipercor de Barcelona en 1985, que dejó 21 muertos.
Con la llegada del PSOE al poder en 1982, una nueva forma de lucha contra ETA ve la luz: la guerra sucia practicada por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), mercenarios coordinados y financiados por el propio gobierno español. Los GAL se cobraron 27 víctimas.
En 1987, el PSOE intentó una tregua con ETA en las Conversaciones de Argel, que no fructificaron.
Kale Borroka y años 90
En 1992, la cúpula de ETA cae al completo y es reemplazada. Además, ETA adopta una nueva estrategia, la Kale Borroka, guerrilla urbana utilizada para aumentar su impacto en la sociedad vasca. En 1995, ETA intenta matar sin éxito a José María Aznar y un año después al rey Juan Carlos. El número de muertos de la banda baja considerablemente debido a la presión policial, aunque sus acciones buscan provocar un gran impacto en la sociedad.
El secuestro del funcionario de prisiones Ortega Lara duró 532 días y causó una gran conmoción en la sociedad española. Sin embargo, la acción que supuso un antes y un después fue el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua. Millones de personas salieron a la calle contra la violencia de ETA, pero nada de eso sirvió para salvar la vida de Miguel Ángel Blanco. A partir de ese hecho, ETA perdió gran parte del apoyo o pasividad social que le quedaba.
En 1998, ETA anuncia una tregua que apenas duraría un año y que sirvió a la banda para reorganizarse y rearmarse. Por su parte, la izquierda abertzale, englobada en el partido Herri Batasuna, llega a un acuerdo con el PNV para que Ibarretxe sea investido como lehendakari, lo que hace a Herri Batasuna tener que sacar un comunicado en el que renunciaba a la actividad armada. El pacto no acabaría la legislatura tras el asesinato en 2000 del socialista Fernando Buesa y su escolta.
El fin de la tregua consiguió unir a PSOE y PP para comenzar una cooperación sin precedentes contra el terrorismo, tanto a nivel legislativo como a nivel policial. Además, el 11S aumentó la presión internacional sobre ETA. Batasuna fue ilegalizada en 2002 por sus lazos con ETA y la misma suerte correrían sus posteriores refundaciones.
Últimos años y disolución
El 11M aumentó aún más la presión sobre el terrorismo, y los siguientes años fueron de acoso y derribo a la organización, que vio cómo la policía detenía a sus miembros por docenas, incluida la cúpula. En 2006, el gobierno socialista de Zapatero consigue que ETA anuncie un alto al fuego permanente que una vez más sería roto un año después. ETA volvía a las armas con un atentado en Barajas. La lucha policial se intensificó y en 2008 la cúpula de ETA cayó dos veces en tres semanas.
Acorralada por las fuerzas de seguridad de España y Francia, sin apenas apoyo social y herida de muerte, ETA anuncia un nuevo alto al fuego en 2010. En 2011, ETA declaró que el alto al fuego sería permanente, general y verificable por observadores internacionales. El 20 de octubre de 2011, ETA anuncia por fin el cese definitivo de su actividad armada. El 17 de marzo de 2017, ETA anunció su desarme definitivo de manera unilateral y sin condiciones. El fin de la banda estaba tan cerca que el 4 de mayo de 2018, ETA anunció su disolución definitiva, poniendo fin a 60 años de terrorismo.
El terrorismo de ETA ha sido erradicado para siempre, dejando una marca indeleble en la historia de España. La lucha contra ETA ha sido larga y dolorosa, pero finalmente, la paz ha prevalecido.