Últimamente, estamos escuchando constantemente hablar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, es decir, de la OTAN. Pero, ¿qué es la OTAN? ¿Para qué sirve? ¿Cómo ser organiza? Y sobre todo, ¿por qué enfada tanto a China y a Rusia? La respuesta a estas preguntas, en Memorias de Pez.
¿Qué es la OTAN?
La OTAN o NATO, por sus siglas en inglés, es una alianza política y militar entre Estados Unidos y Canadá y una gran parte de los países europeos: actualmente la OTAN está formada por 30 países.
Lo más importante del tratado del Atlántico Norte es su artículo 5. El cual expresa que si se diera un ataque armado contra uno de los integrantes de la alianza, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque contra todos los países de la organización. Es decir, que todos los países que forman la OTAN tienen el deber de defenderse mutuamente.
El tratado habla específicamente de un ataque en América del Norte o Europa o las islas de los países miembros que estén al norte del trópico de Cáncer. Es decir, que territorios como Ceuta y Melilla o las Islas Malvinas no están bajo el paraguas de protección de la OTAN. Hasta hoy, tan solo una vez se ha invocado el artículo 5 ¿Y quién lo hizo? Estados Unidos en el año 2001 tras los ataques del 11S. La OTAN respondió a este llamado colaborando en la Guerra contra Afganistán.
La importancia del artículo 4 de la OTAN
No obstante, todos los miembros tienen un as en la manga: el artículo 4. Con este, cualquier país puede convocar al resto para realizar consultas y exponer ante la alianza un problema determinado.
Esta llamada a consultas tan solo se ha realizado cuatro veces en la historia:
- Turquía hasta en tres ocasiones: la primera por la Guerra de Irak y las otras dos por ataques recibidos durante la Guerra Civil Siria.
- Polonia la solicitó en una ocasión por la crisis de Crimea de 2014, debido a la movilización de tropas rusas en la frontera polaca con Kaliningrado y las maniobras rusas en el mar Báltico.
La historia de la OTAN para entender sus problemas
Hasta aquí te hemos explicado qué es, pero seguramente te interese más saber por qué hay ahora tanto revuelo con la OTAN y quiénes y por qué son sus enemigos. Para ello, echamos un vistazo a su historia.
La alianza surge tras la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1949. Su objetivo era defender a Europa de la amenaza que suponía para el viejo continente la Unión Soviética, que estaba en plena Guerra Fría. Ni los norteamericanos ni los europeos se fiaban un pelo de las intenciones de Stalin. Además, una alianza evitaría que las potencias europeas se diesen de leches entre sí, repitiéndose la historia.
La respuesta de la Unión Soviética a la creación de la OTAN
Una buena curiosidad es que en 1954, la Unión Soviética pidió ser de la OTAN, pero – obviamente – los países miembros se negaron. En 1955, la Unión Soviética respondió a la creación de dicha alianza fundando el Pacto de Varsovia, una alianza entre la Unión Soviética y siete países más del este de Europa.
Al principio, la OTAN estaba formada por doce países: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido. Pero poco a poco la OTAN fue acogiendo más miembros. En 1952 entraron Turquía y Grecia, la Alemania Occidental entraría en 1955 y España lo hizo en 1982.
La convivencia en la OTAN no ha sido fácil. Desde sus inicios, Estados Unidos la ha liderado casi como ha querido. Y esto ha provocado que Francia estuviese a punto de salirse de la alianza en los años 60.
Cuando la Unión Soviética colapsó, la OTAN se quedó sin su principal enemigo. Sin embargo, la organización no se desintegró y siguió viva reformulando sus objetivos. No obstante, la organización nunca ha perdido de vista a Rusia, a quien considera una de sus principales amenazas junto con China.
Las primeras operaciones
En 1995, la OTAN llevó a cabo su primera operación de ataque contra las fuerzas serbias en Bosnia. Y años más tarde (1999), los serbios volvieron a ser atacados por la organización que trataron de impedir las limpiezas étnicas que se estaban llevando a cabo en Kosovo.
En 1999 tuvo lugar un acontecimiento, cargado de mensaje y simbolismo: la República Checa, Hungría y Polonia – integrantes del Pacto de Varsovia en tiempos de la Unión Soviética – entraron en la OTAN.
Después del 11S, la OTAN ayudó a Estados Unidos a atacar Afganistán para derrocar al régimen talibán. Y también lideró una misión encargada por la ONU, que recibió el nombre de ISAF. El objetivo era ayudar al gobierno afgano con la seguridad del país.
Rusia vs OTAN: un pulso que viene de lejos y va para largo
En 2004 se unieron Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Rumania y las ex repúblicas soviéticas Estonia, Letonia y Lituania. De esta forma, la OTAN continuaba su expansión hacia el este llegando a la frontera de la mismísima Rusia. En 2009, Croacia y Albania entraron en la organización. Y más tarde los hicieron Montenegro en 2017 y Macedonia del Norte en 2020.
Actualmente, hay tres países que son claros aspirantes a ingresar en la OTAN. El más adelantado es Bosnia y Herzegovina, que ya cuenta con un Plan de Acción para la Adhesión. Y con los otros dos es donde empieza la polémica ¿Por qué? Porque estamos hablando de Georgia y Ucrania, dos países que hacen frontera con Rusia.
La OTAN en la frontera de Rusia
La entrada de estos países en la OTAN dejaría a las principales ciudades rusas muy expuestas a posibles ataques con misiles, en caso de conflicto. Rusia, por su parte, está intentando presionar a la organización para que no acepte ni a Ucrania ni a Georgia. Y seamos honestos, es normal que Rusia no quiera tener en su frontera misiles balísticos apuntando a sus principales ciudades. No obstante, la alianza le ha dicho a Rusia que cada país es libre de pedir su ingreso en la organización y que será esta la que valore qué miembros entran a formar parte de la alianza.
Las relaciones entre Rusia y la OTAN nunca han sido buenas. De hecho, los rusos llevan protestando desde el 2000 por los interceptores antimisiles que tienen en Polonia y por las bases de las estacionadas en las repúblicas bálticas. La relación entre ambos tocó fondo en 2014 cuando Rusia se anexionó Crimea. Este hecho fue un toque de atención para la OTAN, que en respuesta a ese aviso rearmó su alianza, especialmente en el este de Europa.
¿Cuál es realmente su poder?
Todas las tropas y equipamiento militar de los países están disponible para ser utilizado por la organización. Por lo que la OTAN cuenta -aproximadamente- con 3.6 millones de soldados en activo y 3.7 millones en la reserva. El gasto anual combinado de los países de la alianza es de un billón de dólares, una cifra un pelín por debajo del PIB de España para que os hagáis una idea. No obstante, hay quien se está escaqueando de pagar.
En 2006, todos los países acordaron gastar al menos un 2% de su PIB en defensa. Sin embargo, países como España, Alemania o Canadá ni se acercan a esas cifras. España apenas gasta un 1,17% de su PIB en gasto militar. De hecho, la media de gasto de los países miembros está por debajo de ese 2%, situándose en un 1,72%.
A la cabeza de esto se sitúa Estados Unidos, que gasta un 3,7% de su PIB en defensa. Esto significa que Estados Unidos asume el 70% del gasto militar de toda la alianza. Por eso en algunas ocasiones los diferentes presidentes de Estados Unidos han salido en los medios echando la bronca a sus socios por ratas.
Sea como sea, aún vamos a escuchar hablar mucho de la OTAN durante los próximos meses, debido a las tensiones en Ucrania. Ahora es tu turno: ¿Crees que formar la alianza fue una buena idea? ¿Surgirá algún poder capaz de hacerle frente? ¿Estás de acuerdo con la forma de actuar de la OTAN?