Hoy vamos a hablar sobre un tema muy interesante porque, ¿Alguna vez te has preguntado por qué los seres humanos no tenemos cola? ¿En qué momento la perdimos? Os vamos a dejar con la duda, porque antes de empezar tenemos que desmentir una creencia que tenemos muy arraigada. ¿De dónde procede el ser humano? Al pensar en evolución no podemos evitar relacionarlo con uno de los científicos más influyentes de la historia: Charles Darwin.
De hecho, mucha gente atribuye a Darwin esa idea de que venimos el mono. Pero no, fue algo inventado precisamente por los enemigos de la evolución para mofarse de ella y de Darwin. Sus ideas sobre el origen de los seres vivos, incluidos los seres humanos, se consideraban como un grave ataque contra el cristianismo y el relato de la Biblia sobre el origen del mundo.
Los seres humanos no descendemos del mono
Dentro de la clasificación taxonómica de los seres vivos, los Homo Sapiens, osea nosotros, somos una especie del orden de los primates. Esto de aquí es un árbol filogenético, en este caso de primates, que representa hipótesis sobre las relaciones evolutivas entre distintas especies. En las ramas se encuentran las especies actuales. Cuando viajamos hacia el interior del árbol, vemos que las ramas salen de un punto que representa un ancestro común, en este caso entre los seres humanos y las especies más cercanas a nosotros, los chimpancés y los bonobos.
A medida que se profundiza en el árbol se encontrarán ancestros comunes con especies más distantes. Un ancestro común es un ser vivo que ya no existe pero que vivió hace muchos años, y del que descienden dos o más especies. Dos especies actuales tienen más relación si tienen un ancestro común más reciente. Por eso nos parecemos mucho más a un chimpancé que a un lémur, aunque los tres seamos primates.
Y por esa regla de tres nos parecemos más a un lémur que por ejemplo a un pavo. ¿Y qué significa que nos parecemos? Pues que nuestra información genética, donde se encuentran nuestros genes, es más parecida. ¿Y qué utilidad puede tener una cola? Pues los seres vivos usan su cola para muchísimas funciones. En el medio acuático se usa para propulsarse por el agua. También sirve como tercer apoyo o mantener el equilibrio. O para colgarse de los árboles e ir de rama en rama. También como arma, controlar la dirección del vuelo en el aire o yo qué sé, para ligar.
Cuándo perdimos la cola los seres humanos
Pues es una pregunta trampa y la respuesta es muy sencilla: Nunca. Los seres humanos no hemos podido perder la cola porque nunca la hemos tenido ya que se perdió mucho antes de que existiéramos como tal.
De hecho, las especies más cercanas a nosotros como los chimpancés, gorilas u orangutanes tampoco la tienen. Y esto quiere decir que tuvimos un ancestro común que dejó de desarrollar su cola hace millones de años. Se cree que probablemente fue hace unos 25 millones de años cuando los homínidos, donde estamos nosotros y el resto de especies que hemos mencionado, nos separamos del resto de primates.
¿Por qué nuestro ancestro perdió la cola?
Pues resulta que una investigación muy reciente ha podido dar con la clave para aclarar este misterio evolutivo. Y es que estos científicos han identificado una mutación genética muy simple que podría ser la responsable de este cambio.
Veréis, nuestro genoma es muy complejo y no está dividido únicamente en genes. De hecho, la mayor parte de nuestro ADN no son genes que codifican en proteínas, sino que es ADN que tiene otras funciones (relacionadas con los genes o no), o que simplemente no sabemos si tiene alguna utilidad. Incluso dentro de un gen que codifica a una proteína, no toda su secuencia es información de la proteína.
Este es el gen TBXT, que es esencial para el desarrollo embrionario y en primates regula la formación de la cola. Y esto de aquí es una secuencia Alu. Un fragmento de ADN que no es un gen, y que tiene la peculiaridad de que puede saltar de un sitio del genoma para colocarse en otro lugar. Es decir, son secuencias de ADN móviles.
Resulta que en un momento de la evolución los primates tuvieron una mutación en su gen TBXT, ya que una secuencia Alu saltó y se insertó justo en medio de su secuencia. Esta variación produjo un cambio en la actividad del gen TBXT.
Cómo comprobaron que la causa de no tener cola era esta mutación
Pues a través de un experimento muy sencillo. Modificaron genéticamente en el laboratorio a ratones insertando la secuencia Alu en su gen TBXT y tachán, los ratoncitos nacieron sin cola. Para hacer esto utilizaron CRISPR, la revolucionaria técnica de edición genética.
Si la pérdida de la cola se debió a esta mutación significa que ocurrió de repente y no de forma gradual. Las mutaciones ocurren al azar, simplemente aparecen. Si no afectan negativamente a la supervivencia pues se quedan allí y ya está. Y si hacen más fácil que el individuo sobreviva pues suponen una ventaja que se irá transmitiendo de padres a hijos.
De qué sirve no tener cola
Pues no se sabe muy bien, ni siquiera tendría que haber un motivo. Aunque probablemente esté relacionado con una mejora al desplazarte de un sitio a otro cuando bajamos de los árboles para vivir en el suelo.
Por cierto, eso de que no tenemos cola no es del todo cierto. En realidad sí que la has tenido, pero sólo de forma breve durante el primer y segundo mes de gestación. Esta prolongación aparece durante unos días para después desaparecer a medida que nos desarrollamos, ya que se fusiona con nuestras últimas vértebras, dando lugar a la formación del coxis. Exacto, el coxis es una estructura vestigial, es el último recuerdo que tenemos de una cola existente hace millones de años. ¿Interesante, no?