Abril de 2025 ha sido un mes clave: una guerra económica se cierne sobre nuestro planeta. Lo que ha ocurrido durante estos días nos ha dejado sin aliento y promete consecuencias que se extenderán mucho en el tiempo: más aranceles, el inicio de nuevas tensiones entre dos potencias nucleares o la muerte del Papa entre otras muchas cosas.
Estados Unidos
Comencemos por Estados Unidos, donde la administración de Donald Trump ha profundizado su estrategia de proteccionismo extremo. El famoso «Liberation Day» del 2 de abril marcó el inicio de una guerra comercial a gran escala. Trump imponía aranceles recíprocos a todos los países, exigiendo concesiones en un clima de negociación agresiva que ha sumido a la economía mundial en la incertidumbre. Los analistas de JPMorgan advirtieron de una probabilidad del 60% de recesión global este mismo año. El precio de las materias primas se desplomó, el petróleo Brent cayó a su mínimo desde 2021 y las bolsas mundiales registraron caídas de entre el 10 y el 15% en apenas tres días.

Eso sí, no todo acababa aquí. En medio de este panorama de tensiones, la administración Trump ha reculado: se abriría un periodo de 90 días de negociaciones para intentar alcanzar acuerdos con los principales socios comerciales antes de que los nuevos aranceles recíprocos entraran plenamente en vigor. Durante este tiempo, las tarifas ya anunciadas podrían ser suspendidas o suavizadas si los países afectados accedían a realizar concesiones específicas. Este plazo de 90 días, lejos de calmar del todo a los mercados, ha generado nuevos miedos, ya que mientras algunos gobiernos, como el canadiense o el europeo, mostraron su disposición a negociar, otros, como China, respondieron con duras represalias arancelarias. Y es que China y Estados Unidos están ya en una guerra comercial abierta. El gobierno de Pekín respondió a los aranceles recíprocos de Trump imponiendo gravámenes del 125% a todos los productos estadounidenses. Además, China ha iniciado una ofensiva diplomática en Asia y Oriente Medio, reforzando alianzas con Vietnam, Malasia y Camboya para contrarrestar la presión norteamericana. Aún es pronto para entender cómo puede afectar todo el caos que el magnate ha generado, pero desde luego no parece que la economía mundial vaya a salir bien parada.
Por cierto, la economía estadounidense enfrenta además otro fantasma: la crisis petrolera. La OPEP+ anunció una subida inesperada de la producción de más de 400.000 barriles diarios para penalizar a socios incumplidores como Emiratos Árabes Unidos y Kazajistán. El precio del West Texas Intermediate (WTI) bajó hasta los 60 dólares el barril, y podría caer a 50, una cifra mortal para el fracking estadounidense. La paradoja es evidente: «Drill, baby, drill» podría convertirse en «Close, baby, close» sí cientos de proyectos dejan de ser rentables.

Canadá
El liberal, Mark Carney, ha ganado las elecciones en Canadá después de una campaña dominada por la fobia a Donald Trump. Su victoria extiende el mandato del Partido Liberal durante una cuarta legislatura.
América Latina

Mientras tanto, en América Latina, Argentina vivió momentos cruciales. El presidente Javier Milei cerró un histórico acuerdo de 20.000 millones de dólares con el FMI, lo que permitió levantar parcialmente el cepo cambiario. Ahora, las empresas pueden transferir dividendos bajo ciertas condiciones y se abandonó el esquema del «dólar blend». Sin embargo, las presiones inflacionarias y la inestabilidad política siguen amenazando su «milagro económico». Aun con esas, hoy Argentina se posiciona como la economía más dinámica de América Latina. Tras dos años de recesión, la actividad económica argentina está mostrando señales de recuperación acelerada
Por su parte, México y EE.UU. vivieron nuevos roces, esta vez por el reparto del agua del río Bravo. Trump amenazó con nuevos aranceles y sanciones, acusando a México de incumplir el Tratado de Aguas de 1944 y Claudia Sheinbaum intentó calmar las aguas (literalmente) proponiendo soluciones diplomáticas, pero la tensión crece en una relación bilateral que no tiene un solo frente tranquilo.
Por otro lado, en Ecuador, Daniel Noboa se consolidó como presidente tras derrotar con comodidad a la candidata correísta Luisa González. Noboa capitalizó el miedo al regreso del correísmo y supo presentar una imagen de orden frente a la violencia y el caos que sufre el país, con una política de mano dura contra la inseguridad. Tras conocerse los resultados, González denunció un supuesto fraude electoral sin ofrecer pruebas contundentes.
En Brasil, el mes de abril puso de relieve un deterioro preocupante de las cuentas públicas: más del 62% de la deuda federal estará sujeta a variaciones en los tipos de interés durante este año, el nivel más alto desde 2008. El Tesoro atribuye esto al uso intensivo de deuda a tipo variable en un contexto de endurecimiento monetario.
Por otra parte, en Colombia, el presidente Gustavo Petro sorprendió al anunciar una medida para adelantar los impuestos que obliga a las empresas, especialmente de sectores como el petróleo, la energía o la agricultura, a pagar de forma anticipada parte del impuesto de renta de 2026. Esta decisión, destinada a mejorar el flujo de caja del Estado y reducir un déficit fiscal que ya alcanza el 7% del PIB, ha generado preocupación entre economistas y empresarios.
Europa
Cruzando el Atlántico, Europa también ha tenido su buena dosis de agitación. En Alemania, se confirmó este mes que el futuro gobierno será una Gran Coalición entre los partidos conservadores CDU/CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD). El nuevo canciller será Friedrich Merz, líder de la CDU, quien destacó que su administración será un socio fuerte en la Unión Europea y responderá con firmeza a las tensiones provocadas por el archi mencionado Trump.

En España y también Portugal, se ha vivido el mayor apagón eléctrico de su historia reciente. El lunes a las 12:33, una pérdida repentina de 15 gigavatios —el 60% de la demanda eléctrica— dejó sin luz a casi toda la Península Ibérica. El origen fue una gran oscilación en los flujos de potencia que provocó la desconexión de España del sistema eléctrico con Francia y Marruecos. Al final del día, los grandes núcleos urbanos recuperaron el suministro, y a las siete de la mañana del martes, casi toda la demanda estaba ya cubierta. Aun así, el impacto fue enorme: más de 700 vuelos cancelados, miles de personas varadas en estaciones, y una emergencia nacional declarada por el Gobierno, que desplegó 30.000 agentes para garantizar el orden.
La guerra entre Ucrania y Rusia
En Ucrania, Estados Unidos, presentó una «oferta final» para lograr la paz entre Rusia y Ucrania, que incluye reconocer el control ruso sobre Crimea y partes del Donbás, además de bloquear la entrada de Ucrania en la OTAN. Ucrania, bajo el liderazgo de Zelenski, rechazó la propuesta por violar su soberanía. Marco Rubio advirtió que, si no hay avances, EE. UU. abandonará las negociaciones ya que la administración Trump busca un alto el fuego permanente como objetivo inmediato.

Sobre el terreno, Rusia rompió una tregua de 30 horas acordada para el Domingo de Pascua, y rechazó la propuesta ucraniana de extender la tregua por un mes. La realidad es que el acuerdo está muy lejos de darse teniendo en cuenta las diferencias entre lo que buscan Kiev y Moscú. Y lo poco que EE. UU puede garantizar a Ucrania. Washington ha llegado a contemplar un alivio de sanciones a Rusia como parte del pacto. Está claro que el respaldo internacional a la anexión rusa sería un gran triunfo para Putin y un gran fracaso para el derecho internacional y para Ucrania.
Cachemira, la frontera entre India y Pakistán
Nos vamos ahora a la zona de mayor tensión del planeta. La frontera entre India y Cachemira. El 22 de abril de 2025, un ataque armado en la región de Pahalgam, en Cachemira administrada por India, resultó en la muerte de 26 personas, en su mayoría turistas. India ha acusado a Pakistán de estar detrás del ataque, señalando que dos de los tres sospechosos identificados son ciudadanos pakistaníes. Pakistán ha negado las acusaciones y ha calificado las medidas de India, como la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, como acto de guerra. Las tensiones han escalado con intercambios de fuego a lo largo de la Línea de Control que divide Cachemira. Ojo que ambas son potencias nucleares.
Pero bueno, en un mundo caótico surge una noticia esperanzadora: tras más de 40 años de conflicto, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha declarado un alto el fuego indefinido. La decisión llega tras el llamamiento de su líder, Abdullah Öcalan, encarcelado desde 1999, quien pidió abandonar las armas y apostar por la vía democrática. Aunque persisten diferencias, y Ankara descarta una amnistía general, se plantea suavizar las condiciones de aislamiento de Öcalan. Esta decisión puede estar detrás de un “intercambio de cromos” por parte del PKK que permita reducir la presión de Turquía en el norte de Siria contra las Fuerzas Democráticas Sirias.
Oriente Medio
En Oriente Medio, la situación sigue siendo explosiva. Irán y EE.UU. reanudaron contactos indirectos para negociar un nuevo acuerdo nuclear, aunque las amenazas de Trump y la presión militar en la región complican las conversaciones. En paralelo, Israel endureció su política en Gaza y Cisjordania, bloqueando bienes esenciales y reanudando operaciones militares que provocan nuevos desplazamientos forzosos.

La situación de Taiwán
En Asia también preocupa la situación en Taiwán. China realizó maniobras militares a gran escala alrededor de la isla, en una demostración de fuerza que busca intimidar al gobierno de Lai Ching-te. Taiwán, por su parte, respondió con simulacros de defensa civil y militar, evidenciando que el estrecho se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo.
África
En el África subsahariana, la República Democrática del Congo vivió un nuevo episodio de violencia con la ofensiva del grupo rebelde M23, respaldado por Ruanda. Recordamos que ya tomaron Goma y Bukavu. el grupo se reunió por primera vez con representantes del gobierno congoleño en Catar para unas primeras negociaciones. A día de hoy parece que hay cierta esperanza, ya que el 25 de abril la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda firmaron en Washington una «Declaración de Principios» que marca un paso importante hacia la paz en una región devastada por décadas de conflicto. Este acuerdo, mediado por Estados Unidos, establece el compromiso de ambos países para redactar un tratado de paz antes del 2 de mayo, cesar el apoyo a grupos armados y respetar mutuamente su soberanía territorial.

También tenemos que hablar de uno de los lugares más conflictivos del mundo. En el Sahel, la inseguridad sigue creciendo. Los ataques terroristas en Benín, que dejaron más de 70 soldados muertos, subrayan el deterioro de la seguridad en toda la región, mientras los conflictos políticos internos en países como Malí y Burkina Faso agravan la situación.
Finalmente, en Guinea, la junta militar que gobierna desde 2021 anunció un referéndum para refrendar una nueva Constitución, en un intento de legitimar su poder antes de unas futuras elecciones. Sin embargo, el proceso ha sido duramente criticado por la oposición y organizaciones de derechos humanos, que temen que se consolide un régimen autoritario