Hoy os vamos a traer un tema muy interesante. Un tema del que se ha hablado muy poco a lo largo de la historia, pero que nos lleva acompañando muchísimo tiempo. Hoy os vamos a hablar de la biología del comportamiento homosexual en animales, o lo que es lo mismo, animales que tienen sexo con otros del mismo sexo.
Las bases biológicas que regulan el comportamiento humano están ahí, existen, y en mayor o menor medida pueden condicionarnos. Pero hay algo que también es muy importante. Y es que los factores “no-biológicos” que afectan a nuestro comportamiento son gigantes. La evolución nos ha llevado a un desarrollo social que dificulta enormemente separar lo “biológico” de lo “cultural”, si es que se puede decir así. Así que nada de lo que os contemos es aplicable a humanos.
Estamos deseosos de que desde la antropología, la sociología u otra rama de estudio nos podáis iluminar. Así que empezamos. La primera pregunta es fácil: ¿Existen comportamientos homosexuales en animales? Pues en primer lugar hay que dejar una cosa clara: El sexo entre dos individuos del mismo sexo no es algo no-natural, claro que se da en la naturaleza. Si piensas que el “comportamiento homosexual” es algo que solo se da en nuestra especie, los Homo sapiens, estás muy equivocado. Igual lo de que seamos “HOMO”, te ha liado un poco.
Diversidad en el comportamiento homosexual animal
Para que te hagas una idea y flipes, se han reportado casos de sexo entre individuos del mismo sexo en más de 1.500 especies distintas de animales: insectos, peces, reptiles, anfibios, aves, mamíferos… De todo. Y probablemente existan otras muchas en las que todavía no se hayan observado. Sí sí, como lo oís. De hecho, este comportamiento es aún más habitual en primates (y no estamos contando con los humanos, que también lo somos).
Pero es que aquí no hemos venido únicamente a reportaros la existencia de estos casos. Aunque, que lo hagamos, es muy importante, porque pone de manifiesto que el “comportamiento homosexual” en animales no es que no existiese, sino que no se estudiaba. ¿Adivináis por qué razones? Aquí os vamos a hablar de si existe alguna razón biológica relacionada con estos comportamientos.
Por cierto, a pesar de que sí que existen casos de emparejamientos durante mucho tiempo entre animales del mismo sexo, como en el caso de los cisnes, ese no es el libro del que os vamos a hablar hoy. Los estudios que apoyan y debaten las teorías que os vamos a explicar han considerado como comportamiento homosexual: el cortejo, la cópula, el intento de montar o el contacto genital. Y sí, también se ha considerado como este comportamiento el emparejamiento con animales del mismo sexo, pero remarcamos que esto último ocurre de forma menos habitual.
Sé que ahora muchos me diréis: -Ya David, pero estás reduciendo la homosexualidad únicamente a relaciones sexuales puntuales ¿No? – Bueno, aquí es donde entra esto que os digo de los factores propios del ser humano. Pues para hablar de esto nos va a tocar ir al barro y definir lo que podría ser la ¿homosexualidad en el mundo animal?.
Comportamientos y adaptaciones
En concreto, hoy vamos a traeros los resultados de un estudio, en el que de hecho se han recopilado datos de muchos otros estudios, y en el que se discute si los encuentros homosexuales (subrayamos sexuales) han supuesto una ventaja en la evolución. ¿Cómo os quedáis?
Homosexualidad no es la palabra correcta, ya que la homosexualidad conlleva un gusto preferente que perdura en el tiempo y, en la mayoría de casos estudiados en animales, esto no siempre es así. Tampoco estamos hablando de la orientación sexual o de otro tipo de cuestiones identitarias sino únicamente de sexo con individuos del mismo sexo. Simplecito ¿No? En este vídeo vamos a llamarlo “comportamiento homosexual” para diferenciarlo de, simplemente, la homosexualidad.
Una vez definido, vamos con la segunda pregunta: ¿Existe una razón biológica por la cual se da el comportamiento homosexual?
El primer dato interesante que nos da el mencionado estudio es que el comportamiento homosexual en mamíferos se da más o menos con la misma frecuencia entre hembras que entre machos. Vamos, que el tinder animal no va a tener que complicarse mucho con su algoritmo.
Especies sociales y violentas
No obstante, sí que hay una particularidad en esto que os contamos. Resulta que en las especies en las que los adultos tienen por costumbre darse de leches entre ellos –se matan, asesinan, pelean a muerte, ejecutan, se mandan al otro barrio, se mandan al lobby, hacen la guerra, COMO QUERÁIS DECIRLO– en estas especies, los machos sí que suelen tener una mayor prevalencia en su comportamiento homosexual. Aunque las hembras también tienen algo más de prevalencia respecto a las especies “pacíficas”. Pero solo un poquito.
Pero esto no es todo. Otro dato muy interesante es que el “comportamiento homosexual” suele aparecer con más frecuencia en animales sociales que en animales no-sociales. Y sí, los primates cumplen ambas: sociales y violentos entre sí. Así que también se dan aún más casos de comportamiento homosexual entre ellos.
Hipótesis y teorías
La pregunta del millón después de hallar estos resultados es: ¿hay un por qué?, ¿qué lleva a estos animales a tener estas relaciones?
Lo de ligar es una inversión, y cuesta mucha energía. Una energía que se acaba empleando en conseguir un beneficio: el beneficio de transmitir tus genes a la descendencia. Aparentemente, el coste de energía que puede tener una relación homosexual para una especie animal cualquiera es alto ¿No? No hay genes transmitidos, no hay hijos. ¿Entonces?
Muchos nos diréis, basándoos en la perspectiva del ser humano, que los animalicos también tendrán que disfrutar y que el sexo es vida sea con quien sea. Y oye, os doy toda la razón. De hecho, una de las teorías que más se comentan en muchas especies es precisamente la de que el sexo entre animales de la misma especie es una forma de aliviar la tensión sexual. Vamos, que si únicamente tienes sexo por placer, da un poco igual con qué sexo sea, ¿no? Pues ya veréis que esto quizás no tiene tanto sentido. Por varias razones.
El problema aquí es que eso de “disfrutar” es una cosa muy nuestra. La vida sexual de los insectos, las arañas, los peces… es muy distinta. Lo que os decimos es que muchas especies no gozan tanto del sexo. Eso sí, los mamíferos presentan un comportamiento homosexual más acusado y también son los que, en muchos casos, pueden llegar a sentir placer al aparearse. Ojo que no en todas las especies ¿Casualidad? Puede ser.
Hay muchísimas hipótesis que hablan del porqué del “comportamiento homosexual”, y al igual que esta que os hemos contado, muchas de ellas niegan que este comportamiento sea algo que se haya adquirido por la evolución. Este tipo de hipótesis se llaman “NO ADAPTATIVAS”. Vamos, que rozar el booty con un bicho de tu mismo sexo no ha supuesto ninguna ventaja ni desventaja en la evolución. Ahora, ¿cuáles son estas hipótesis?
Hipótesis no adaptativas
Entre ellas existe la hipótesis de que el comportamiento homosexual se da como una forma de “entrenamiento” para el sexo. Y la de que es una forma de promover que los machos sean más activos sexualmente, y mantener… la “llama viva”. Hay otras hipótesis como la de que este comportamiento es consecuencia de un conflicto de identidad. O la de que el comportamiento homosexual tiene que ver con que hay una disponibilidad limitada de individuos del sexo opuesto. Vamos, que como no pillo, me lío con quien sea. Lo cierto es que probar estas hipótesis es de una dificultad inmensa.
Recordad que esto son únicamente hipótesis que no están confirmadas. De hecho, el estudio que os hemos traído precisamente niega las explicaciones NO ADAPTATIVAS. Y postula que el comportamiento homosexual SI tiene una base adaptativa. Es decir, que el sexo con mamíferos del mismo sexo ha tenido un papel en la evolución. Y ¿esto por qué?
Hipótesis adaptativas
Bueno, pues en primer lugar, según la teoría del estudio, el sexo entre individuos del mismo sexo podría tener una función a la hora de mejorar las relaciones entre los individuos, formar vínculos, alianzas y bueno… traer el buen rollito. Algo que podría tener sentido si pensamos en los resultados del estudio: que los animales más sociales tienen mayor tasa de “comportamiento homosexual”.
Pero esto no es todo. La hipótesis también planteaba que el comportamiento homosexual podría tener sentido limitando las agresiones entre individuos del mismo sexo. Algo que encaja perfectamente con los datos obtenidos sobre que los machos de especies “violentas” entre sí, tienen más tendencia al comportamiento homosexual. Vamos, que para evitar liarse a leches o para reconciliarse, pues nos liamos. Utilizarían el sexo como un recurso para la conciliación.
Como buena hipótesis adaptativa, se sugiere que el comportamiento homosexual en animales ha sido necesario para la evolución, ya que ha permitido mejorar y mantener las relaciones sociales. Una adaptación que han adquirido además muchísimas especies distintas de forma separada, sugiriendo lo que en biología se conoce como “evolución convergente”. Vamos, que dos especies muy distintas han llegado a un mismo punto pues porque les venía bien, como la capacidad de volar de las mariposas y los pájaros. De todas formas, estos hallazgos no niegan que haya otros factores detrás de la evolución del comportamiento homosexual en animales, incluidos los no adaptativos.
Genética y comportamiento homosexual
Por otra parte, otros me diréis… Si el comportamiento sexual es una adaptación ¿No debería haber genes que lo codifiquen y transmiten? ¿¡EL FAMOSO GEN GAY!?. Volvemos a repetiros que esto de lo que hablamos no tiene nada que ver con la homosexualidad en seres humanos. De hecho, es algo que se ha estudiado y por ahora parece que no existe ningún “gen gay”. No obstante, volviendo al COMPORTAMIENTO homosexual en animales, si aceptamos la hipótesis adaptativa del estudio, es cierto que algún gen tiene que haber… Esto es mucho más complejo porque, lo primero, no tiene por qué ser un único gen sino varios genes. Que además pueden ser responsables, quizás, de forma simultánea, de otro tipo de funciones o comportamientos además del comportamiento homosexual.
Ejemplos de comportamientos homosexuales en animales
Y ahora os vamos a dar lo que veníais buscando, pillines. ¿Qué animales tienen sexo con animales del mismo sexo? Vamos a la parte más picante del asunto. Como os hemos dicho hay MILES de ejemplos, pero os vamos a poner unos pocos que a nosotros nos hacen gracia. Por ejemplo, en los maravillosos bonobos, como no podía ser de otra forma el comportamiento homosexual es muy normal. También se ha descrito este comportamiento en pingüinos, y en ellos es muy curioso porque pueden llegar a formar parejas relativamente estables.
Ejemplo de esto fueron Penelope y Missy, dos hembras de un zoo en Irlanda o Roy y Silo, dos mediáticos pingüinos del zoo de Central Park en Nueva York. Aquí hay que tener en cuenta que los animales que se crían en cautividad se comportan de forma distinta, pero eso no cambia nada ya que estos comportamientos también se observan en machos y hembras en estado salvaje. Entre los leones también se observa este comportamiento, especialmente entre machos, siendo muy típica la monta o el frotamiento mutuo. Y bueno, nuestra amiga Dolly también tiene algo que decir aquí.
En Ovis aries, vamos, las ovejas domésticas, parece que también se dan comportamientos homosexuales de forma asidua, aunque es muy específico de los machos. No obstante, también se dan casos entre hembras del mismo sexo de la especie de Albatros de Laysan… Pero aquí la cosa va mucho más allá porque muchas de las parejas en sus colonias están compuestas por dos hembras, que anidan juntas y utilizan el esperma de los machos para fertilizar sus huevos y luego criar conjuntamente a los polluelos. Algo similar se ha visto en los cisnes negros, en los que en este caso los machos son los que crían los huevos de alguna hembra, o llegan a adoptar polluelos.
Por cierto, aunque esperamos que no, si con este artículo pretendías responder la pregunta de ¿por qué soy homo, hetero, bi o asexual? (o lo que seas). Sentimos decepcionarte. La biología no te va a dar la respuesta para eso. Aunque, quizás, nos pueda acercar a entender por qué nos parecemos en muchas cosas a los animales con los que compartimos tanta historia evolutiva y que, para que no se os olvide, también tienen comportamientos homosexuales. Recordad No confundir… homosexualidad con comportamientos homosexuales, o sexo con animales del mismo sexo. Nos ha costado verlo a pesar de que llevaba ahí mucho más tiempo que nosotros mismos.