Hoy hablamos de la mayor empresa de Estados Unidos. Una empresa que fue la primera en cotizar en bolsa por encima del billón de euros. Una empresa cuyo valor es superior al PIB de España. Una empresa que ha revolucionado el mundo de los dispositivos electrónicos y ha hecho de su marca una de sus señas de identidad. Hoy hablamos de cómo Apple estaba prácticamente en la bancarrota y cómo su gran rival, Microsoft, la salvó de la quiebra. ¿No te lo crees? Pues ponte cómodo que ahora mismo te lo cuento.


La crisis de Apple en 1997
Nos vamos a 1997. Hace poco más de 20 años, Apple era una compañía que vendía ordenadores. Punto, prácticamente no hacía nada más, vendía ordenadores bonitos, pero muy, muy caros. Tan caros que la gente no se los podía permitir y sus ventas eran muy bajas, lo que había llevado a Apple a una situación límite. Sin embargo, en Microsoft todo eran buenas noticias. La compañía de Bill Gates tenía un 90% de cuota de mercado, lo que de facto le convertía en un monopolio. Por cierto, si quieres saber más sobre los monopolios, qué son y cómo funcionan, tengo un vídeo hablando de ello, que hay mucha tela que cortar ahí. Bueno, el caso es que a Microsoft le iba genial porque, como prácticamente todo el mundo tenía su sistema operativo instalado, el Windows, la mayor parte de los programas nuevos que se desarrollaban, se desarrollaban solo para Windows. Así que, ¿Quién iba a comprar un ordenador más caro y que tenía muchos menos programas disponibles?
El regreso de Steve Jobs
Pues eso, que la crisis de Apple era tremenda y necesitaban un golpe de efecto si no querían cerrar la persiana y dedicarse a otra cosa. Así que Apple decidió comprar NEXT, una empresa de Steve Jobs. Espera, ¿has dicho Steve Jobs? Sí, Steve Jobs de aquellas no estaba en Apple, ya que muchos de los grandes accionistas de Apple no estaban contentos con su gestión y le había echado de su propia empresa. No os creáis que es nada superraro. Muchas veces pasa en las empresas. Su fundador vende parte de la empresa para financiarse y si vende más del 50% y el resto de personas a las que se lo ha vendido deciden echarle de su posición de CEO, pueden. El problema para Apple es que los CEOs que tuvo después de Steve Jobs no hicieron más que hacer más profunda la crisis de Apple. Cuando le echaron de Apple, Steve Jobs creó otra empresa, NEXT, que ahora había sido adquirida por Apple. Bueno, aquí Steve Jobs hizo el negocio de su vida, ya que Apple no tenía cash y le pagó en acciones de Apple. Así que, con el subidón que años después metería Apple en bolsa, Steve Jobs se hizo ultra millonario.
El acuerdo con Microsoft
Pero bueno, todo eso llegará más tarde. Recordad que estamos en 1997 y que Apple está al borde de la quiebra. Apenas le queda dinero en el banco y sus ventas no auguran nada nuevo. La situación para la compañía es tan extrema que tienen que recurrir a hacer un trato con su mayor competidor en lo que se interpretó como un acto de rendición.
El trato al que llegaron Microsoft y Apple era el siguiente: Apple hacía que Internet Explorer fuese el navegador predeterminado en el sistema operativo de Apple. A cambio, Microsoft hacía accesible el Microsoft Office en Mac durante 5 años y compraba a Apple un paquete de acciones de la compañía sin derecho a voto por 150 millones de dólares. Es decir, la operación era una operación de financiación.

Paradójicamente, Microsoft ganaría muchísimo más dinero con las acciones que tiene de Apple que con haber hecho Internet Explorer, el navegador predeterminado de Macintosh. Sin embargo, Microsoft la lió muy gorda, ya que se deshizo de estas acciones en 2003 por 550 millones. Así que sí, Microsoft tuvo en 6 años un 260% de rentabilidad con las acciones de Apple. Sin embargo, si Microsoft se hubiese quedado con esas acciones, a día de hoy valdrían cerca de 128.000 millones dólares.
Los beneficios del acuerdo
Para Apple, la jugada fue tremenda. No solo el dinero de Microsoft le sacaba de la quiebra, sino que también resolvía uno de sus mayores problemas. Por fin los Mac iban a tener programas potentes y es que el paquete de Office estuviese disponible para Mac le daba la vida, ya que lo de no tener programas importantes estaba dejando a los Mac como un adorno muy bonito y muy caro que tener acumulando polvo.
Es verdad que Microsoft, como he dicho, hizo que Internet Explorer sea el navegador predeterminado de los Mac y que ganó una pasta, aunque menos de la que podría haber ganado con el tema de las acciones. Pero seamos serios, para Microsoft los beneficios de la operación eran muy inferiores a los beneficios que la operación trajo para Apple. Entonces, ¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué Microsoft se prestó a salvar a Apple? Pues detrás de todo esto había un interés oculto. ¿Os acordáis de eso que os he dicho de qué Microsoft tenía una cuota de mercado del 90% y que era prácticamente un monopolio? Bueno, pues como sabrás por el vídeo de los monopolios, existen leyes que previenen que una empresa abuse de su poder dominante en el mercado.
Y la justicia estadounidense comenzó a investigar a Microsoft por sus prácticas monopolísticas. La cosa era muy seria y las sanciones podrían ser multimillonarias, quizás incluso podían amenazar la estabilidad de Microsoft como empresa. Por ello, ayudar a un competidor en serios problemas como era Apple, era una muestra inmejorable de que Microsoft no estaba operando para destruir a todos sus competidores, sino que estaba actuando para beneficiar a su competencia y evitar que esta colapsase.
Y la jugada a Microsoft le salió muy, pero que muy bien. Finalmente, las sanciones para Microsoft fueron muy leves y la compañía de Bill Gates no tuvo ningún problema para continuar desarrollando su imperio. Paralelamente, Apple creció de manera exponencial. El boom del iPod fue totalmente eclipsado por otro boom aún mayor: el iPhone. La era de los smartphones comenzaba y Apple se convertía en la empresa mayor empresa de Estados Unidos. Pero esa… esa es otra historia.