Hoy en Memorias de Pez hablamos de los mejores francotiradores de la historia. Soldados que con sus tácticas y audacia son capaces de bajar la moral de ejércitos enteros. Hombres y mujeres entrenados como soldados de élite, capaces de causar las máximas bajas con la mínima munición y aguantar durante horas e incluso días en la misma posición. ¿Pero, quién ha sido el mejor francotirador de la historia? ¿Cuántas bajas han conseguido los mejores snipers? Pues ponte cómodo que comenzamos.
Juba: El francotirador Misterioso
Juba: un francotirador de lo más curioso. Juba, cuyo nombre no es más que un apodo, ya que nadie sabe en realidad su identidad, abatió a al menos 37 soldados estadounidenses durante la ocupación de Irak por parte del ejército estadounidense. Hay fuentes que atribuyen a Juba hasta 600 bajas, no obstante, las realmente confirmadas son 37.
Lo más curioso de este francotirador es que sus acciones contra soldados estadounidenses eran grabadas y posteriormente subidas a YouTube. Por ello, se cree que Juba puede ser simplemente un personaje ficticio y que muchas acciones se hacían bajo su pseudónimo con el fin de crear un héroe que subiese la moral de la insurgencia iraquí.
Juba utilizaba un fusil Dragunov de fabricación soviética y parece ser que fue capturado. Aunque más de un prisionero de guerra ha confesado ser Juba, la historia real es posible que jamás la sepamos.
Chris Kyle: El francotirador Americano
En el número 6 tenemos a un francotirador que se hizo famoso a raíz de la película American Sniper. Hablamos de Chris Kyle, el mejor francotirador de la historia de Estados Unidos. Un francotirador de élite de los Navy Seals que fraguó su leyenda en Irak a base de certeros disparos. A Chris se le atribuyen 160 muertes confirmadas, aunque él mismo eleva a 250 sus bajas en su propio libro.
Kyle destacó en la Segunda Batalla de Faluya y fue apodado por la insurgencia iraquí como el diablo de Ramadi, ofreciendo por su cabeza 80.000 dólares. Y es que en la ciudad de Ramadi fue donde consiguió un mayor número de bajas. Kyle ha sido condecorado con dos estrellas de plata y cinco estrellas de bronce al valor.
Tras abandonar las Fuerzas Armadas para dedicarse a su familia, Kyle decidió crear su propia empresa de entrenamiento para misiones de riesgo, así como una fundación para dar ayuda psicológica a los veteranos de guerra. Sin embargo, un antiguo marine con problemas psicológicos acabó con su vida a los 38 años en un campo de tiro de Texas junto a su amigo Chad Littlefield.
Liudmila Pavlichenko: La francotiradora Soviética
En el número 4 tenemos a una mujer, la única mujer de la lista. Liudmila Pavlichenko. Un total de muertes confirmadas durante la Segunda Guerra Mundial fue de 309 con un fusil de cerrojo Mosin-Nagant y un fusil semiautomático SVT-40, incluyendo a 36 francotiradores enemigos, lo que la convierte en la mejor francotiradora de la historia. Pavlichenko fue la primera persona con ciudadanía soviética en ser invitada a la Casa Blanca y en ser recibida por un presidente de los EE. UU., que de aquella aún era Franklin D. Roosevelt.
Aunque en un principio rechazaron su petición de alistarse en el Ejército Rojo por ser mujer, finalmente la aceptaron como francotiradora, ya que tenía conocimientos previos de tiro.
Pavlichenko comenzó a forjar su leyenda en la Batalla de Odesa, donde además de ser gravemente herida, provocó al ejército rumano-alemán 187 bajas. El resto de su servicio lo cumplió durante la defensa de Sebastopol. En junio de 1942 fue herida por fuego de mortero. Dada su condición de heroína, fue evacuada por mar, retirada definitivamente del combate y enviada a Moscú, donde se entrevistó con Stalin. Liudmila Pavlichenko murió el 10 de octubre de 1974 en Moscú, víctima de un derrame cerebral a la edad de 58 años.
Vassili Zaitsev: El francotirador de Stalingrado
Vassili Zaitsev. Un pastor de los Urales convertido en un gran héroe de la Unión Soviética a base de ser infalible con su rifle de alta precisión. Desde pequeño ya despertó un gran interés por la caza, con arco cuando era un verdadero niño y con armas de fuego después de que su abuelo le regalase su primera escopeta y le enseñase a disparar.
Vassili Zaitsev fue determinante en la Batalla de Stalingrado, la mayor batalla de la historia, en la que Vassili tiene confirmadas al menos 242 bajas alemanas, entre ellos once francotiradores alemanes.
En enero de 1943, Vassili fue herido con fuego de mortero, causándole una ceguera temporal de la cual pronto se recuperó y pudo seguir combatiendo junto al grueso de las tropas del Ejército Rojo. Además de servir en combate, Vassili Zaitsev se dedicaba a la instrucción de francotiradores, de tal forma que formó un grupo de élite de 28 snipers, que algunas fuentes apuntan que llegaron a abatir entre todos a 3.000 enemigos. Vassili murió en 1991, a la edad de 76 años, solo diez días antes de la disolución de la Unión Soviética.
Ivan Sidorenko: El francotirador de Moscú
De un héroe de Stalingrado nos vamos a un héroe de Moscú. Hablamos de Ivan Sidorenko, un francotirador del Ejército Rojo responsable de al menos 500 bajas alemanas. Sidorenko luchó durante casi toda la guerra, llegando incluso a ser herido varias veces. La más grave de todas estas heridas ocurrió en Estonia en 1944. Desde entonces, Sidorenko estuvo hospitalizado hasta el final de la guerra. Sus superiores le prohibieron volver a combatir de nuevo, dado que era un entrenador de francotiradores muy valioso y es que durante toda la guerra entrenó a más de 250 francotiradores.
Sidorenko recibió el título de Héroe de la Unión Soviética con el premio de la Orden de Lenin y la medalla Estrella de Oro.
Simo Häyhä: El mejor francotirador de la historia
Y vamos con el mejor francotirador de la historia. El pequeño finlandés, Simo Häyhä, que consiguió atemorizar al Ejército Rojo durante la Guerra de Invierno.
Durante el conflicto, Simo Häyhä utilizó 2 tipos de armas, un fusil de cazador M28 Pystykorva y un subfusil finlandés Suomi KP/-31. Ambos sin mira telescópica. Os preguntaréis por qué no utilizaba mira telescópica, pues bien, el tema es que el mayor don de Simo Häyhä era su habilidad para camuflarse. Para ello, utilizaba varios trucos, entre ellos no utilizar mira telescópica para que el reflejo del sol en esta no le delatase. Sin embargo, el bueno de Simo hacía varias cosas más. Por ejemplo, toda su ropa, incluido su pasamontañas o el camuflaje de su fusil, eran blancos. También, cuando estaba ya preparado para disparar, se ponía nieve en la boca para que el vaho de su respiración no le delatase. De igual manera, compactaba y amontonaba la nieve de su alrededor para que esta no se moviese al disparar.
Para los rusos, Simo Häyhä también era muy conocido, tanto bajaba su leyenda la moral de los rusos que estos llegaron a realizar operaciones solo con el fin de cazar al héroe finlandés. Contra Simo Häyhä se enviaron grupos de francotiradores soviéticos e incluso ataques de artillería. Todos estos esfuerzos fueron en vano, ya que este pequeño gran héroe fue capaz de escaquearse de todos los ataques. Sin embargo, ironías del destino, poco antes de que finalizase el conflicto, una bala perdida impactó en su cara, dejándole en coma y marcándole la parte izquierda de su cara de por vida. El mismo día que la URSS y Finlandia firmaron la paz, Simo Häyhä despertó del coma.
En 100 días que estuvo en combate fue capaz de matar a más de 500 hombres. Se calcula que la cifra exacta está entre 504 y 550. Además, hirió a más de 200. En Finlandia fue tratado como un gran héroe y tras la 2ª Guerra Mundial se dedicó a la caza y a la cría de perros. En 1998 confesó que su único secreto para ser un gran francotirador era practicar y respecto a su particular récord dijo: “Hice lo que se me ordenó lo mejor que pude”. Sus últimos días de vida los pasó cerca de su lugar de nacimiento en una aldea. Finalmente, la muerte blanca, como era conocido por sus enemigos, murió el 1 de abril de 2002.