Hezbolá, un nombre que vamos a escuchar mucho en los próximos meses, y es que este grupo, cuyo origen y base se sitúa en el Líbano, ha sido durante las últimas décadas uno de los mayores dolores de cabeza para multitud de gobiernos de todo tipo y condición. Lejos de amedrentarse, Hezbolá ha ido paulatinamente ganando fuerza y experiencia militar hasta ser un auténtico temor en los campos de batalla de Oriente Medio. Sin embargo, cuando hablamos de Hezbolá suelen surgir muchas preguntas: ¿Qué es Hezbolá? ¿Quién los forma? ¿Quién apoya al grupo? ¿Cuál es su historia? ¿Por qué es tan poderoso? Y sobre todo… ¿Qué implica su entrada en la guerra entre Israel y Hamás?
¿Qué es Hezbolá?
Bien, comencemos por definir exactamente qué es Hezbolá, ya que para todos aquellos que vivimos en Occidente es bastante complicado encontrar un símil en las democracias americanas o europeas. Hezbolá es una organización política y militar con base en Líbano, la cual cuenta con unas milicias que tienen más y mejor armamento que el propio ejército regular libanés. Es muy importante decir que Hezbolá es una organización musulmana chiíta muy radical que está patrocinada por Irán, quien les da ayuda financiera, armas, apoyo logístico, inteligencia y todo lo que necesita para operar allí donde está desplegada. De hecho, Hezbolá no es solo una organización militar, sino que también es un partido político influyente en Líbano, con representación en el parlamento y participación en el gobierno. Sin embargo, Hezbolá está considerada por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea (aunque en este caso solo su ala militar) como una organización terrorista. Pero antes de ver cómo es Hezbolá en el presente, vamos a repasar un poco su historia.
Hezbolá se fundó en la década de 1980 en respuesta a la ocupación israelí del sur de Líbano en 1982. Durante la guerra civil libanesa, pasó de ser un simple grupo guerrillero a convertirse en un actor poderoso, luchando contra Israel y facciones libanesas rivales y realizando atentados tanto en el Líbano como en otros países de Oriente Medio, Europa e incluso en Argentina. El atentado más importante fue el que hicieron contra el cuartel general de los Marines de EE. UU. en Beirut en 1983, que causó la muerte de 241 marines. En el año 2000, la retirada israelí del sur de Líbano fortaleció su imagen como defensor de la resistencia libanesa y fue entonces cuando el grupo se hizo muy popular y sus filas comenzaron a crecer como la espuma. Y así es como, con la ayuda iraní, la ilusión de los nuevos milicianos y la experiencia de los veteranos de guerra, Hezbolá se hizo muy grande, tanto que era capaz de compararse al propio ejército regular libanés y de tener su propia agenda política en el país.
Hezbolá en conflicto
En 2006, Hezbolá se hizo famosa mundialmente cuando lanzó una operación sorpresa en el norte de Israel en la que mató a ocho soldados israelíes y secuestró a dos más. Israel respondió invadiendo el sur del Líbano en la llamada Guerra de Verano y el conflicto alcanzó una gran intensidad durante 34 días y en ella, Israel no fue capaz de conseguir la victoria aplastante que perseguía. Al final, ambas partes firmaron un alto al fuego y, para evitar las tentaciones de volver a enfrentarse, la ONU desplegó tropas en la zona cuya misión es crear una separación entre el ejército israelí y Hezbolá. Una misión en la que España ha estado siempre muy representada, manteniendo aún tropas en el terreno.
Con el fin de las hostilidades en el Líbano, la actividad de Hezbolá no se detuvo. En 2011, se produjo la Primavera Árabe y en Siria estalló una Guerra Civil entre las tropas gubernamentales de Bashar al-Ássad, aliadas de Irán, y los rebeldes sirios. Pues bien, Hezbolá enseguida entró en el conflicto para defender a la Siria de Bashar Al-Assad. Además de los motivos ideológicos que había detrás, para Hezbolá era clave que Al Assad pudiese mantener el poder en Siria. ¿Por qué? Bueno, acordaos de que Hezbolá recibe una gran cantidad de suministros y armamento de Irán. Y para que la ayuda llegue fácilmente por tierra, esta tiene que atravesar Irak y Siria. De momento, ambos países están gobernados por partidos pro-iraníes, pero si alguno cayese, la cosa se podría poner complicada.
El caso es que Hezbolá desplegó miles de combatientes en Siria y desempeñó un papel crucial en la defensa de áreas clave y en operaciones ofensivas en el conflicto. Esta participación generó controversia y críticas internacionales, pero también fortaleció la relación de Hezbolá con Irán y el gobierno sirio. Además, en Siria, Hezbolá ha ganado un montón de experiencia de combate y a día de hoy no solo cuenta con mucho equipamiento, sino que cuenta con personal muy cualificado, teniendo tropas de muchísima calidad. La fortaleza de Hezbolá aumentó tanto que los propios israelíes tomaron cartas en el asunto. ¿Cómo? Pues de una forma muy poco ortodoxa. Los cazas israelíes llevan años entrando en Siria como Pedro por su casa atacando posiciones de Hezbolá en el sur de Siria, incluida la capital, Damasco. Por ello, la última década en la frontera entre el Líbano e Israel ha sido de calma tensa. Sin embargo, estos enemigos íntimos se siguen odiando y la tensión en la zona nunca dejará de ser latente.
Hezbolá y el conflicto Israel-Hamás
A día de hoy, a pesar de que Hamás es un grupo suní y Hezbolá es un grupo chiíta, ambos grupos son aliados y en los últimos años su cooperación ha ido en aumento. Actualmente, con el conflicto entre Israel y Hamás, Hezbolá juega un papel completamente determinante en la región, ya que el grupo tiene la llave para ponerle las cosas muy difíciles a Israel porque el país hebreo lo tendría muy difícil para mantener dos frentes a la vez, uno en Gaza y otro en el sur del Líbano. Pero, ¿qué opciones tiene Hezbolá encima de la mesa a día de hoy? Repasemos:
Movilización y Amenazas: Hezbolá puede llevar a cabo movilizaciones de tropas y suministros, así como publicar vídeos o hacer declaraciones amenazando directamente a Israel, aunque finalmente no lo haga. Vamos, hacer algo parecido a lo que hace Bielorrusia amenazando la frontera norte de Ucrania. El objetivo de esto es que Israel mantenga una gran cantidad de tropas fijadas en la frontera norte para que así Hamás tenga más posibilidades de defender Gaza.
Ataques con Drones y Cohetes: Una segunda opción que tiene Hezbolá es atacar Israel con drones y cohetes, pero sin llevar a cabo una operación terrestre. Esto podría provocar dos cosas: la primera es que una vez más Israel tenga que desviar más medios militares a su frontera norte mientras Hezbolá limita sus bajas. Hablamos de material antiaéreo, radares, dispositivos de guerra electrónica y todo lo necesario para hacer frente a una hipotética intervención terrestre. La segunda opción es que Israel inicie una intervención terrestre para acabar con las posiciones de Hezbolá, pero el problema de eso es que Israel se estaría metiendo en una ratonera. ¿Por qué? Bueno, el sur de Líbano es una zona montañosa en la que Hezbolá lleva décadas construyendo túneles, posiciones defensivas, escondites y demás instalaciones defensivas. Además, Hezbolá se conoce el sur de Líbano como la palma de su mano, por ello la campaña podría ser costosísima para las tropas israelíes.
Iniciar un Ataque Total: La tercera opción que tiene Hezbolá es lanzar un órdago y unirse a la guerra con todo lo que tiene y comenzar un ataque en el norte de Israel. Sin embargo, eso podría ser un suicidio para la organización, ya que perdería la ventaja que le proporciona combatir en su territorio. Además, Israel ha destinado una gran cantidad de tropas en su frontera norte, por lo que la zona está bien defendida y la aviación israelí podría hacer tiro al plato contra la vanguardia de Hezbolá. Por ello, esta tercera opción es muy, pero que muy improbable.